Esta mañana comenzó el juicio contra Alan Leonel Laplama, quien había sido acusado por el asesinato de su hijastro de tan solo un año y medio. Se trata de un juicio por homicidio agravado y lesiones leves agravadas.
En un principio, el acusado dijo que el niño se había atragantado con la comida, pero luego de las revisiones médicas y los informes de los peritos, se pudo confirmar que eso era mentira y que el niño había muerto por todos los golpes que había recibido. Ante esto, la fiscal pidió que sea condenado a prisión perpetua.
Si bien el juicio arranca hoy, es un crimen que sucedió el 18 de septiembre de 2021 en la Ciudad de Mar del Plata y el niño de 18 meses se llamaba Aarón Maximiliano Bustos Sosa. Según se informó, la mamá de Aarón y el novio, Alan, lo llevaron al hospital cuando ya estaba descompensado y le dijeron a los médicos que se había atragantado con la comida.
Una vez demostrado que el niño había sido asesinado a golpes, la madre de la víctima, María Belén Sosa, aseguró en una de las audiencias que su novio siempre había estado celoso de sus dos hijos porque solían ser muy apegados a ella.
“Empezó atacando a Joel -de tres años- a quien le tapaba la nariz, la boca y le pegaba. Después siguió con Aaron que tenía un año y medio y hacía lo mismo”, aclaró ante la fiscal Florencia Salas.
Y luego agregó: “Yo termine golpeada por defender a mis hijos. Desde que se mudó, estuvo todos los días ahí, se iba y se llevaba las llaves, quedábamos encerrados en la casa. No trabajaba, me alejó de mi familia, era un vago que me vendía las cosas”.
Este jueves, la fiscal Salas finalmente solicitó que Alan Lapalma sea condenado a prisión perpetua por el crimen de Aarón Maximiliano Bustos, considerándolo autor de los delitos del homicidio agravado por alevosía y ensañamiento y lesiones leves agravadas por el vínculo y por ser en contexto de violencia de género.