La morosidad en los créditos bancarios alcanzó una nueva marca preocupante. Los pagos atrasados en el crédito al sector privado no financiero ya suman nueve meses consecutivos en alza, alcanzando el 4,2% del total financiado.
Sin embargo, el foco de alarma se concentra en los préstamos que toman las familias. La morosidad en este segmento subió 0,6 puntos solo en septiembre, llegando a un récord de 7,3% del total financiado. Esto marca diez meses consecutivos de aumento y representa el mayor nivel de irregularidad desde que el Banco Central inició el registro de estos datos en 2010.
El aumento en los incumplimientos casi se triplicó en los primeros nueve meses de este año, dado que el registro de diciembre pasado se ubicaba en 2,6%.
Préstamos personales y tarjetas: los motores del incumplimiento
Dentro de los créditos a familias, dos líneas impulsan fuertemente el deterioro:
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Préstamos Personales: Es la línea con peor desempeño. La mora subió 0,9 puntos en septiembre y llegó al 9,1%. En lo que va del año, este indicador sumó 5,8 puntos.
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Tarjetas de Crédito: El financiamiento con tarjetas también empeoró su ratio de morosidad, que alcanzó el 7,4% del total en septiembre. Este valor representa un aumento de 5,5 puntos si se compara con el nivel de diciembre pasado.
Los pagos atrasados en préstamos prendarios a las familias avanzaron 0,2 puntos en septiembre, alcanzando el 4,5% del total. La única línea familiar que mantuvo la mora estable, en torno al 1%, fue la de los préstamos hipotecarios.
El salto de la morosidad UVA
Un dato especialmente relevante se observó en los créditos con ajuste UVA. En el caso de los préstamos prendarios a familias, la morosidad se disparó, pasando del 2,5% en agosto al 6% del total en septiembre. Este salto es importante, pues el indicador se había mantenido estable entre el 2% y el 3% desde abril de 2023.
Este aumento de la morosidad se monitorea de cerca, ya que va en contra de la intención del Gobierno de impulsar una baja de tasas que dinamice el crédito como motor de la actividad económica.
Las empresas muestran deterioro
Aunque el comportamiento de pago de las familias es peor, el cumplimiento de las empresas también comienza a dar señales de deterioro. La irregularidad del segmento corporativo alcanzó el 1,7% del total financiado en septiembre, el dato más alto desde enero del año pasado.
La mayor morosidad en empresas se detectó en los préstamos hipotecarios (4% del total). En cambio, líneas de corto plazo, como adelantos y documentos, tuvieron la menor morosidad (1,6% y 1,1%, respectivamente). Finalmente, la irregularidad de las empresas en el pago de los préstamos prendarios UVA también creció, alcanzando el 3,9% del total.



