Después de una derrota que dejó a La Libertad Avanza 13 puntos por debajo de Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires, Javier Milei decidió reconfigurar el tablero político. Este martes, a las 9.30, el presidente encabezará por primera vez la mesa política nacional en Casa Rosada, en un gesto que marca el fin de la delegación estratégica en su hermana Karina y en el asesor Santiago Caputo.
La reunión, que incluye a figuras clave como Guillermo Francos, Patricia Bullrich, Martín Menem y Manuel Adorni, busca contener la interna libertaria y ordenar el rumbo de cara a las elecciones nacionales. “Se lo pedía todo el mundo. Creemos que es una manera de que baje la tensión”, deslizó una fuente de Balcarce 50, en referencia a los cortocircuitos entre Karina Milei y los armadores de Las Fuerzas del Cielo.
Martín Menem en la mesa
Aunque el presidente decidió asumir el liderazgo político, no rompió con los equilibrios internos: Martín Menem estará en la mesa, pero su primo Lule, mano derecha de Karina en el armado territorial, quedó afuera. La señal es clara: Milei quiere ordenar sin fracturar.
La mesa política nacional no es nueva. Existió en los primeros meses de gestión, pero se desactivó sin explicaciones. Ahora, vuelve con el objetivo de definir tareas, ajustar el discurso y recuperar cohesión interna.
Además, se anunciaron dos nuevas instancias: una mesa política bonaerense, que se reunirá por la tarde con Sebastián Pareja, Lule Menem y Cristian Ritondo; y una mesa de gobernadores, que aún no tiene fecha pero será convocada por Guillermo Francos para reabrir el diálogo con las provincias.
El oficialismo llega a esta instancia golpeado por derrotas legislativas recientes, como la media sanción a la ley que modifica el régimen de los DNU y el revés en la Ley de Emergencia en Discapacidad. La falta de alianzas con bloques provinciales dejó al Gobierno sin margen de maniobra en el Congreso.
La decisión de Milei apunta a reordenar su equipo, asignar responsabilidades y recuperar iniciativa. No habrá cambios en el gabinete, pero sí una redistribución del poder político. Cada funcionario deberá enfocarse en su tarea, con la mira puesta en octubre y en una gestión que necesita mostrar fortaleza.