El fútbol mundial está de luto. Diogo Jota, delantero del Liverpool y de la selección portuguesa, falleció este jueves a los 28 años en un accidente automovilístico en Zamora, España. En el vehículo viajaba junto a su hermano André, de 25 años, también futbolista, quien también perdió la vida. Según la Guardia Civil, el Lamborghini en el que se trasladaban sufrió el reventón de un neumático mientras realizaban un adelantamiento, lo que provocó que el auto se saliera de la ruta y se incendiara.
La noticia generó una ola de conmoción en el mundo del deporte. Su compañero en Liverpool, Darwin Núñez, fue uno de los primeros en expresarse: “No hay palabras que consuelen tanto dolor. Siempre te recordaré con tu sonrisa, como un buen compañero dentro y fuera del campo. Envío toda mi fuerza a tu familia, especialmente a tu esposa y a tus tres hijos. QEPD Diogo y André”.
Los mensajes y su recuerdo
Cristiano Ronaldo, capitán de la selección portuguesa, también compartió su dolor: “No tiene sentido. Justo ahora estábamos juntos en la Selección, justo ahora te habías casado. A tu familia, a tu mujer y a tus hijos, les envío mis condolencias y les deseo toda la fuerza del mundo. Sé que siempre estarás con ellos. Descansen en paz, Diogo y André. Todos te vamos a extrañar”.
Rúben Neves, excompañero en Wolverhampton y la selección, escribió: “Dicen que solo perdemos a las personas cuando las olvidamos. ¡Yo nunca te olvidaré!”. Stefan Bajcetic, joven promesa del Liverpool, publicó una foto junto a Jota en un entrenamiento con el mensaje: “Te voy a recordar siempre, amigo”
El club Liverpool expresó estar “devastado” y pidió respeto por la privacidad de la familia. En Anfield, los hinchas comenzaron a dejar flores, bufandas y mensajes en homenaje. También se pronunciaron clubes como Porto, Atlético de Madrid, Wolverhampton y Penafiel, donde ambos hermanos jugaron.
Jota se había casado el 22 de junio con Rute Cardoso, madre de sus tres hijos. Apenas once días después, su vida se apagó en la ruta. El fútbol pierde a un jugador brillante y a una persona profundamente querida por sus compañeros.