Desde la mañana, los médicos del Hospital Garrahan iniciaron un paro de 24 horas en reclamo de mejoras salariales y la apertura de una mesa de negociación con el Ministerio de Salud. La medida se extenderá hasta la misma hora del jueves y afectará la atención habitual en el centro de salud pediátrico más importante del país.
Durante la jornada, el hospital funcionará con guardias mínimas. Solo se atenderán emergencias, urgencias y aquellos turnos que no puedan ser reprogramados. La protesta incluye una radio abierta y un festival de actividades en las puertas del establecimiento.
Uno de los principales reclamos de los trabajadores es que ningún empleado del hospital cobre por debajo de los $1.800.000, cifra que según afirman representa el costo de la canasta básica actual.
El gremio espera que el próximo lunes, en una nueva reunión paritaria, el Ministerio de Salud presente una propuesta económica concreta.
Mariela Cestini, kinesióloga del hospital, explicó que trabaja 42 horas semanales, además de una guardia de 24 o 20 horas: “Tenemos condiciones exigentes. Y muchos compañeros están contratados bajo un sistema de renovaciones trimestrales. Cada tres meses, esperan un mail que les confirma si siguen trabajando o no”.
Cestini denunció también que los sueldos están muy por debajo del promedio del sector: “Es muy complicado llegar a fin de mes. Encima, la incertidumbre laboral es permanente”.
En la misma línea, Miguel, otro kinesiólogo del Garrahan, aseguró que aún no hay una oferta concreta del Gobierno. “Estamos pendientes de lo que va a pasar. Mientras tanto, sigue aumentando la cantidad de renuncias. Pasamos de 180 a 210 en poco tiempo”, alertó.
El impacto de estas dimisiones es directo: menos personal implica mayor sobrecarga para quienes permanecen. “Esto se siente en el trabajo diario y en las guardias. Es un profesional menos para muchos pacientes. Y el Garrahan necesita gente altamente capacitada porque acá se atienden casos muy complejos”, remarcó Miguel.
La tensión con el Gobierno crece mientras los trabajadores denuncian desinterés por parte de las autoridades. Desde el hospital advierten que, de no haber una respuesta, podrían profundizarse las medidas de fuerza en las próximas semanas.