El senador nacional, Francisco Paoltroni, realizó fuertes declaraciones tras quedar en segundo lugar en las elecciones, donde el gobernador Gildo Insfrán volvió a imponerse con amplitud en Formosa. En diálogo con Infobae en Vivo, el legislador del Frente Amplio Formoseño denunció un sistema de poder “ilegítimo” y pidió la intervención federal de la provincia.
“La República está muerta en Formosa hace mucho tiempo. Aquí no existe la ciudadanía, son habitantes secuestrados”, afirmó con dureza. Paoltroni acusó al gobierno provincial de sostenerse mediante el clientelismo y el control social a través de la pobreza estructural. Según indicó, “la gente vota por hambre”, recibiendo bolsas de mercadería a cambio de sufragar por el oficialismo.
La entrevista se realizó apenas 24 horas después de los comicios, donde el Frente Amplio Formoseño obtuvo apenas dos concejales. A pesar de los esfuerzos de la oposición, el oficialismo no sólo logró renovar cargos ejecutivos y legislativos, sino también avanzar en la convocatoria a una reforma constitucional que permitiría habilitar una reelección indefinida para Insfrán.
Críticas al sistema político y pedido de intervención
En ese contexto, Paoltroni fue tajante: “Hay que intervenir la provincia”. Aseguró que no se requiere una mayoría especial del Congreso, como afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sino que basta con una mayoría simple y decisión política por parte del Presidente. “Intervienen Formosa y se termina esto”, sentenció.
El senador denunció un sistema de control total del Estado provincial, que abarca desde la distribución de la energía y el agua, hasta la justicia, la salud y el empleo público. “En Formosa, si enfrentás al poder, te destruyen. No hay alternativa para el sector privado independiente”, afirmó. También se refirió a su propia experiencia: “Hace cuatro años tengo un planteo en la Corte Suprema por la energía, y no tengo respuestas”.
Además, hizo foco en la situación de las comunidades indígenas y los jóvenes. A su juicio, ambos sectores son víctimas de una provincia sin oportunidades, donde el recambio generacional está frenado por la falta de empleo y educación. “Los chicos que terminan la secundaria ya están pensando adónde se irán. En 30 años se fueron 120.000 formoseños”, aseguró.