El intendente de Caseros, Oscar Francou, quedó en el centro de una fuerte controversia tras afirmar que “para mejorar los sueldos de los jubilados, tienen que morir muchos”. La frase, pronunciada durante una asamblea de dirigentes vecinalistas en Cerrito, generó repudio en la provincia de Entre Ríos y abrió un debate sobre el límite del discurso político en tiempos de ajuste.

Francou, que no milita en La Libertad Avanza pero expresó su simpatía por las políticas del gobierno nacional, justificó su análisis en el marco de la discusión por el sistema previsional. “La única forma de que la gente salga del sistema jubilatorio es muriéndose. Serán más los que mueren que los que ingresan, y con el tiempo el sistema irá potenciándose”, dijo ante intendentes, concejales y dirigentes locales.

Un comentario que desató indignación

La frase fue registrada en video y difundida por el canal Semanario Departamental TV, lo que provocó una ola de críticas en redes sociales y medios provinciales. Francou intentó luego aclarar sus dichos, asegurando que fueron sacados de contexto. “Lo cortaron. Si lo hubiesen dejado un poquito más, nadie me estaría preguntando todas estas cosas”, dijo en una entrevista radial.

Sin embargo, en su intento de defensa, terminó reafirmando el concepto: “Es muy sencillo. No se arregla a corto plazo sino a muy largo plazo. En la medida en que van a ingresar menos, se van a ir muriendo los jubilados”, sostuvo.

Afinidad con el ajuste y defensa del déficit cero

Durante la misma intervención, Francou respaldó el enfoque fiscal del Gobierno nacional. “Nos guste o no que venga menos dinero, venimos por el buen camino”, afirmó. También señaló que el sistema previsional está colapsado y que el ingreso de nuevos beneficiarios debería estar limitado a quienes hayan realizado aportes.

“Yo no quiero que se mueran los viejos. Tengo a mi papá de 88 años y a mi mamá de 86, que es jubilada. ¿Cómo voy a querer que se mueran?”, se defendió, aunque sin retractarse del análisis que lo puso en el centro del escándalo.

La polémica no solo expone el impacto del ajuste en el sistema previsional, sino también la tensión entre discurso técnico y sensibilidad social. En una provincia gobernada por Rogelio Frigerio, y en medio de una reforma política en marcha, los dichos de Francou se convirtieron en un símbolo incómodo de la crudeza con la que algunos sectores justifican el recorte.