En un lapso de cinco días, Córdoba sufrió la pérdida de cuatro menores por muerte súbita, situación que genera una gran preocupación y tristeza en la provincia. Las autoridades sanitarias y judiciales trabajan en conjunto para esclarecer si existe algún nexo entre estos episodios o si se trata de coincidencias aisladas.
El hecho más reciente y conmovedor ocurrió en Capilla de los Remedios, departamento Río Tercero, donde Thian Toledo, un niño de 7 años, falleció el pasado lunes alrededor de las 20 horas mientras jugaba en un cumpleaños. Según relató su madre, el pequeño se sentó repentinamente en una silla y perdió el conocimiento de inmediato.
La tía abuela de Thian, Ana Toledo, describió la escena con gran tristeza: “Supuestamente se había descompuesto, cayó al suelo y estaba morado”. Añadió que, tras el incidente, la familia recibió la devastadora noticia: “Llamé a la madre y me dijo que el chiquito estaba muerto”.
La familia aseguró que Thian no tenía antecedentes médicos que pudieran anticipar este desenlace. Además, mencionaron que la ambulancia tardó en llegar al lugar. La policía indicó que el traslado al hospital fue realizado cuando el niño ya presentaba signos vitales muy débiles. En el centro de salud, sufrió un paro cardiorrespiratorio y, pese a los intentos de reanimación durante 45 minutos, no pudo ser salvado.
La Fiscalía de Segundo Turno ordenó la intervención de la Policía Judicial para investigar las circunstancias del fallecimiento. El cuerpo del menor fue sometido a una autopsia y se esperan los resultados oficiales para esclarecer la causa exacta.
Ante esta tragedia, madres del colegio al que asistía Thian organizaron una colecta para ayudar a la familia con los gastos del sepelio, invitando a la comunidad a sumarse: “Están atravesando un momento de profundo dolor. Quienes deseen acompañarlos pueden colaborar con los gastos”.
El contexto
El inicio de esta trágica serie se dio en Villa Carlos Paz, donde un adolescente de 13 años falleció súbitamente mientras realizaba actividad física en una plaza del barrio Los Eucaliptos. El hecho ocurrió el jueves pasado cerca de las 13:45 horas, y a pesar de las maniobras de resucitación realizadas en el lugar y su traslado al Hospital Municipal Gumersindo Sayago, el joven no pudo ser salvado. La Fiscalía del Tercer Turno, encabezada por la doctora Jorgelina Gómez, está a cargo de la investigación para esclarecer este caso.
Otros dos episodios similares se registraron en la provincia. En el Club Atlético San Lorenzo, barrio Las Flores, un joven de 13 años sufrió una muerte súbita mientras jugaba al fútbol. Un docente intentó reanimarlo con maniobras de RCP y se llamó a emergencias, pero finalmente el hospital confirmó su fallecimiento, causando un gran impacto en su entorno familiar y deportivo.
El cuarto caso involucró a Lautaro Maineri, un adolescente de 15 años que se desmayó repentinamente jugando al truco en la escuela Guarnición Aérea Ipet 251. Lautaro, arquero del Club Atlético All Boys de barrio Rosedal, fue trasladado a la Clínica Vélez Sarsfield, donde se detectó un coágulo cerebral inoperable. Permaneció en estado vegetativo hasta su muerte.
Gabriel Peralta, coordinador de fútbol, recordó con tristeza el último encuentro que tuvo con Lautaro: “Lo vimos bien, estaba bien, no presentaba ningún problema. Cuando terminó el partido lo abracé, le dije que había tenido un muy buen partido, nos abrazamos sin saber que iba a ser el último abrazo que le iba a dar”.
