El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a enviar una señal clara al Gobierno argentino, instándolo a que el actual régimen cambiario, basado en la actual flotación dentro de bandas, sea lo suficientemente “realista” y “flexible” para facilitar la urgente acumulación de reservas en el Banco Central (BCRA).
Aunque el organismo ha expresado su apoyo al programa de estabilización y a las reformas estructurales impulsadas por el presidente Javier Milei, en su último análisis subrayó que la cobertura de reservas internacionales “sigue siendo inadecuada”. Este reclamo pone una nueva cuota de presión sobre el equipo económico, liderado por Luis Caputo, quien defendió la estabilidad del sistema de bandas tan solo el día anterior.
El régimen cambiario en la mira
La advertencia del FMI se centra en la necesidad de que Argentina adopte un régimen cambiario que permita una mayor formación de precios y facilite las compras de divisas, esenciales para cumplir con las obligaciones del servicio de la deuda externa.
El Fondo reconoce que la implementación del esquema de bandas a mediados de 2025 contribuyó a ordenar las expectativas del mercado de divisas, tras un periodo de fuerte volatilidad. Sin embargo, su postura es que, para alcanzar una estabilidad sostenible, se requieren políticas macroeconómicas estrictas que consoliden la acumulación de reservas.
La exsubdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, se sumó a este pedido, señalando públicamente que si bien el apoyo externo es importante, el progreso duradero requerirá que Argentina “adopte un régimen cambiario más flexible, acumule reservas y genere apoyo para sus reformas internamente”.
¿Es riesgoso dólar atrasado?
El debate sobre el esquema de bandas se ha intensificado. Críticos internos y externos, como el exnúmero dos de Caputo, Joaquín Cottani, han calificado de “marginal” la suba del techo de la banda cambiaria (fijada en un ritmo de deslizamiento mensual) y han advertido que, si no se realizan modificaciones, el dólar oficial corre el riesgo de quedar atrasado.
El FMI, al insistir en que el régimen debe ser un vehículo para fortalecer los colchones de reservas, implícitamente valida las preocupaciones sobre la rigidez del esquema, que podría estar actuando como un freno en la capacidad del Banco Central para captar las divisas necesarias.
La necesidad de fortalecer las reservas es crucial para el organismo, ya que lo considera fundamental para fortalecer la confianza en el peso, reducir las brechas cambiarias y garantizar el acceso duradero a los mercados internacionales de capital.



