El miércoles pasado fue detenido Ramón “Tito” López, el piquetero K, heredero de Emerenciano Sena. Este último, junto a Marcela Acuña –su esposa- y su hijo, César, están tras las rejas por el femicidio de Cecilia Strzyzowski.
López descreía de la justicia y defendía a su amigo Sena al que lo imputaban de haber sido parte del asesinato de la joven esposa de su hijo. Denunciaba “la mafia que es Chaco” y advertía de dónde estaba parado: “Acá el negocio de Capitanich fue armar fundaciones”, le contó al periodista Luis Gasulla en NA.
Capitanich tiene todo listo para ir por una banca en el Senado en las elecciones del año próximo. Sus cuatro laderos en la calle están presos: el citado Sena, Quintín Gómez por intento de violación, Carlos Barraza y el reciente Tito López.
La investigación
Hasta el momento, a sus tres hijos –también detenidos- a él y a su esposa les encontraron 40 mil dólares en efectivo, más de tres millones de pesos –sólo en el campo Cote Lai había 1800 billetes de 100 pesos-, 11 departamentos en la provincia, campos por 5000 hectáreas y 800 cabezas de ganado.
López había amenazado con pasar las próximas vacaciones en las playas de Brasil junto con su familia. El fiscal entendió que había peligro de fuga. La justicia actuó en menos de 24 horas y lo detuvo en medio de incidentes entre sus seguidores y la prensa local.
También encontraron 25 cartuchos calibre 16, 61 calibre 20, 95 calibre 12/70, 12 calibre 22 corto, 9 calibre 38 corto y 6 vainas calibre 38. No sólo eso. En el domicilio ubicado en calle Mitre N° 1300 de Resistencia, bajo la orden De allanamiento N° 07/24) se secuestraron 0.5 gramos de sustancia estupefaciente, o sea cocaína.
En la casa había una bolsa bolsa tirada en la basura con 8 cartuchos calibre 12; 1 cartucho calibre 16 color rojo; 1 cartucho calibre 36 color rojo, 1 cartucho calibre 45, 1 cartucho calibre 38, 1 cartucho con la inscripción 1956, 1 cartucho con la inscripción 1943, 1 cartucho con la inscripción 1947, 1 cartucho con la inscripción 1941, 3 cartucho con la inscripción 1125, y 1 vaina servida calibre 38.
Según el expediente judicial, en uno de sus campos, mantenía a sus empleados en situación de “servidumbre” y recibían, como pago, alimentos del Ministerio de Desarrollo Social local.