El nombre de Aníbal Lotocki continúa resonando en los medios después de las multiplicación de denuncias en su contra por mala praxis e intento de asesinato después del fallecimiento de Silvina Luna y Mariano Caprarola, ambos afectados por las intervenciones quirúrgicas del doctor.
Fernando Burlando, abogado de Luna, fue quién realizó el pedido de prisión preventiva hacía Lotocki para que no pudiera entorpecer la causa de alguna manera, ya sea fugándose o acercándose a las víctimas. Asimismo, la justicia decidió rechazar la solicitud.
Roberto Casorla, abogado del artista uruguayo Raphael Dufort, también realizó el mismo pedido que Burlando, que hoy en el marco de una entrevista en XLFM Digital, dijo que el médico «es un asesino serial».
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Dufort además expresó que existe un clamor popular por justicia: «Estamos hablando de la impunidad que hay en la Argentina sobre muchos temas. Lamento como hermano uruguayo ver que en su país no hay justicia», comenzó. Y agregó que la causa que inició cambió de caratula y ahora está como «intento de asesinato con dolo eventual»: «Él sabía que nos estaba inyectando un producto que nos iba a matar. A partir de que el producto entra en el cuerpo máximo son 30 años con suerte, porque es silicona, plástico inyectado en una situación que no es aséptica».
Por otro lado, reveló que tuvo un estafilococo dorado, una bacteria a causa de las intervenciones que le realizó Lotocki, además de múltiples complicaciones médicas.
También relata que todos los días se enteran de 30, 40 casos distintos que se suman a las denuncias y, que al principio, como sus resultados visuales eran buenos no sospechó nada y desconocía lo que le pasaba en el cuerpo. Hasta que escuchó a Silvina Luna contar su experiencia y entendió: «No puede ser que a todos nos pase lo mismo. Una persona con un marcapasos se acostumbra, pero el cuerpo no se acostumbra. Estoy medicado para poder desinflamar las zonas. Es lo que le pasa a cientos de miles de personas».
El actor uruguayo cuenta que de sacarse el producto debería quitarse el bíceps completo, por lo que es inviable hacerlo y ningún cirujano se anima a realizar dicha intervención. Y añadió: «Es una persona enferma, se han descubierto cosas que no se pueden decir, apareció mucho material. Es una secta delictiva, sexual, hay involucrado tráfico de prostitución, un montón de cosas, el material traficado venía en bidones de 3 litros y eso te ponía en el cuerpo».
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Revés para las víctimas
En las últimas horas, los medios dieron a conocer que la causa tuvo un duro revés cuando la justicia dictaminó no detenerlo. Fue el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 60 que tomó la decisión de rechazar el pedido de captura que había realizado el letrado Casorla junto a su representado.
En «El diario de Mariana» contaron que el fiscal Lucio Herrera había pedido la semana pasada la detención de Aníbal Lotocki y que el juez Edmundo Rabbione actuó en calidad de subrogante, ya que el juez que inició con esta demanda se encuentra de vacaciones, decidiendo que este tipo de denuncia requiere una rigurosa colección y evaluación de pruebas «antes de tomar la gravísima decisión de detener a una persona». Luego aclara que entiende que la libertad del acusado no interfiere en la actividad de recolección de datos. Algo que el periodista Martín Candaleft refuta, ya que se lo habría encontrado a Lotocki en su clínica destruyendo pruebas en el pasado.
Dufort, a su vez, culpa al Ministerio de Salud por haberlo habilitado y nombra también a la facultad de medicina y a la asociación de médicos cirujanos: «Yo confié, hay un único culpable que es él».
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