En medio del “Escándalo Insaurralde” y con un panorama futuro donde la Provincia de Buenos Aires podría convertirse en el último bastión kirchnerista post elecciones, la agrupación «Mayoría Peronista», una agrupación de Vicente Lopez que reúne a dirigentes bonaerenses, propone empoderar al actual gobernador, Axel Kicillof, para que, en caso de ganar la elección, pueda liderar al peronismo de la provincia a partir del año que viene.
Figuras como el actual candidato a vice, Agustín Rossi y el ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, formaron parte de este grupo que en estos momentos debate cómo reorganizar al PJ bonaerense en 2024. Y en esto, se produce el choque con Máximo Kirchner, quien ya venía mostrando diferencias con el actual gobernador: hubo en la agrupación pedidos para que el diputado “abra los brazos” y se aleje del “sectarismo” de La Cámpora.
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Si bien el acto de la agrupación tuvo como objetivo afirmar la fórmula de Sergio Massa y Rossi, fue inevitable que uno de los temas de conversación fuera la crisis política que sufre el espacio luego del escándalo por el viaje del ex jefe de gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, a partir de conocerse su lujoso viaje a bordo de un yate junto a su novia, Sofía Clerici, hecho que derivó en varias denuncias por enriquecimiento ilícito que caen sobre el ex funcionario y también sobre su novia.
El encuentro transcurrió en la sede del Banco Nación de Vicente López. Según trascendió, uno de los impulsores del proyecto para empoderar a Kicillof sería el intendente Jorge Ferraresi, de Avellaneda y el intendente de Ensenada, Mario Secco, quienes se habían opuesto al intento de Insaurralde para ser ungido como candidato a la gobernación de Buenos Aires.
También participaron diversos dirigentes del PJ provincial, como la vicepresidenta del PJ de Campana, María Eugenia Giroldi, la senadora provincial bonaerense Sofía Vannelli, el candidato a intendente Lucas Boyanosky, el secretario de Articulación Territorial del ministerio de Vivienda, Gustavo Aguilera, y el exintendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, entre otros. Se procedió, durante el mitin, a leer un comunicado en que los integrantes llamaron a militar «la boleta completa de Massa y Rossi» para «garantizar un triunfo» de Unión por la Patria en las próximas elecciones. También se consignó que el peronismo «se construye desde los territorios, en permanente apertura y búsqueda de representación de mayorías».
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Si bien Máximo Kirchner tiene mandato hasta 2025 como presidente del PJ, muchos, que se encolumnan tras Kicillof, desean que dicho mandato termine pronto, ya que es un hecho que aleja al gobernador bonaerense de la máxima representación del justicialismo provincial. Y es que la erosión entre ambas figuras viene de antes: Máximo era el nexo con Martín Insaurralde en su desembarco en el gabinete bonaerense, y hubo otros hechos que evidenciaron la erosión: imbuido del impulso por renovar el peronismo, Kicillof había hablado anteriormente de la necesidad de “componer una nueva canción, no una que sepamos todos”. Máximo se diferenció de esta declaración en su momento, alegando que “Más allá del pentagrama lo que hay que fijarse muy bien es la gestión del gobierno”, tal y como declaró a la prensa.
No es solo kicillof contra Máximo: es también la interna entre una parte del peronismo y La Cámpora, fuerza que Máximo Kirchner conduce. Ferraresi, por ejemplo, mantiene en su distrito una vieja disputa con el senador provincial camporista Emanuel González Santalla, y desde hace tiempo venía resistiendo el ascenso de Insaurralde.
