La Corte Suprema de Justicia rechazó un pedido de la defensa de empresarios del Grupo Macri que querían sacar de la causa Correo Argentino a dos jueces. Los abogados decían que estos jueces tenían bronca con Mauricio Macri y por eso no podían ser imparciales. Pero la Corte no les dio la razón y ahora el caso sigue su curso normal.
Todo empezó por un negocio que hizo el gobierno de Mauricio Macri en 2016 con Correo Argentino, la empresa que antes manejaba su familia. De acuerdo a datos de la agencia NA, el Estado, en ese momento, le perdonó gran parte de la deuda (98%) que tenía la empresa.
Los principales acusados son Jaime Cibils Robirosa, que era el presidente de Correo Argentino, y su abogado Jaime Kleidermacher. También están en problemas Oscar Aguad, que era ministro de Comunicaciones de Macri, y Juan Manuel Mocoroa, que trabajaba en temas legales del ministerio.
La fiscal Gabriela Boquin fue la que se dio cuenta de esta maniobra y la denunció. Ella dijo que el acuerdo era "ruinoso" para el Estado, porque le regalaban plata de todos los argentinos a la empresa de la familia presidencial. Por suerte, logró frenarlo antes de que se concretara.
La defensa intentó por todos lados sacar a los jueces Eduardo Farah y Roberto Boico de la causa. Dijeron que tenían prejuicios contra Macri y que el caso era político para "poner de rodillas" al ex presidente. Pero ni la Cámara Federal ni la Casación les creyeron.
Ahora la Corte Suprema también les dijo que no y encima les puso una multa. Tienen que depositar plata como castigo por hacer recursos sin fundamento. Es una forma de decirles que paren de hacer trámites para dilatar el caso. La causa sigue en manos del juez Ariel Lijo, que está investigando desde 2017. Lo que se viene ahora es que los acusados tendrán que defenderse en serio, sin poder usar más chicanas legales para escaparse.