Una ballena muerta apareció nuevamente en el Río de la Plata y llama la atención porque es el segundo caso en una semana. El otro ejemplar había aparecido en las mismas condiciones el 9 de julio frente a las costas de Vicente López.
Al ser avistado por pescadores, éstos fueron quienes avisaron a las autoridades y miembros de Prefectura Naval Argentina se presentaron en el lugar para analizar los pasos a seguir y remover el cadáver.
Una especie en riesgo que había vuelto al Mar Argentino tras décadas
El ejemplar hallado en las costas del río corresponde a un ejemplar de ballena sei, la tercera más grande después de la azul y el rorcual común. Un ejemplar adulto puede llegar a medir hasta 18 metros de largo y pesar más de 20 toneladas. La que apareció en la costa porteña tenía 6 metros, por lo que se piensa que se trataba de un ejemplar joven. Su esperanza de vida se estima entre los 50 y los 70 años.
Lo particular de esta reaparición es que la ballena sei no es común de ver en las costas argentinas. De hecho, se cree que cerca de 300 mil ejemplares fueron cazados y otros 100 mil capturados, por lo que su población se redujo considerablemente al punto de ser considerada “en peligro de extinción”.
Sin embargo, en mayo de 2024 fue vista nuevamente en el Mar Argentino, lo que provocó alegría en la comunidad científica. Es que, tras ser cazada de manera indiscriminada, los pocos ejemplares que quedaron en nuestro mar huyeron hacia otras latitudes, ya que en el pasado era buscada por su grasa, que era utilizado como combustible. En tanto, en la península ibérica también estuvo a punto de desaparecer por el mismo motivo.
En 2003 se produjeron los primeros indicios de reaparición de ballenas sei en el mar argentino, lo que llevó a los científicos a comenzar a investigar su regreso, algo que se fue incrementando con el pasar de los años. Se hicieron relevamientos en la zona del Golfo San Jorge.
Se estima que en la actualidad quedarían entre 50 mil y 100 ejemplares en todo el planeta, algo casi imposible de determinar con exactitud.