El empleo asalariado formal en Argentina continúa su tendencia a la baja y en julio de 2025 alcanzó un nivel mínimo no visto desde fines de 2023, según el último informe del Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires.
En ese mes, el total de trabajadores registrados en la seguridad social fue de 10.096.000, incluyendo los sectores privado, público y casas particulares. Esto representa una pérdida de 14.000 puestos respecto a julio de 2024 (-0,1%) y una caída de 205.000 empleos desde noviembre de 2023 (-2,0%).
El informe destaca que desde mayo a julio de 2025 se produjeron tres meses consecutivos de descenso, consolidando la contracción iniciada a fines de 2023 y reflejando un estancamiento tras una fuerte caída en el primer semestre de 2024.
En el sector público, el empleo formal también presentó una disminución sostenida desde finales de 2023, con 3,4 millones de empleados en julio de 2025, lo que implica una reducción del 0,4% interanual (-15.000 puestos) y del 1,7% desde noviembre de 2023 (-58.000 empleos).
En cuanto a las casas particulares, la tendencia negativa se mantiene desde mediados de 2023, salvo una breve recuperación a principios de 2025. En términos interanuales, se perdieron 7.000 puestos (-1,5%) y casi 21.000 empleos desde noviembre de 2023 (-4%). Desde el máximo histórico de octubre de 2019, este sector acumuló una caída del 11%, equivalente a 57.000 trabajadoras menos, situando el nivel actual en cifras similares a las de hace 12 años.
El empleo asalariado formal del sector privado alcanzó 6,24 millones de trabajadores en julio de 2025. Tras once meses de caídas continuas, la tendencia se interrumpió en agosto de 2024 con un leve repunte hasta diciembre. Sin embargo, en el primer semestre de 2025 se registró un estancamiento con oscilaciones menores, incluyendo descensos en junio y julio, cuando se perdieron 8.800 puestos (-0,1%). En comparación con noviembre de 2023, el sector privado perdió 127.000 empleos (-2,0%), aunque la variación interanual fue casi nula (+0,1%).
Diferencias sectoriales
En julio de 2025, seis de trece sectores económicos mostraron caídas en su volumen de empleo. Minería (-0,8%), servicios inmobiliarios (-0,4%), industria (-0,3%) y servicios personales (-0,3%) lideraron las bajas porcentuales. Solo agro y pesca registró un leve aumento (+0,2%). Construcción, transporte, educación, salud, comercio y suministro de servicios básicos no evidenciaron cambios significativos.
En términos absolutos, industria y servicios inmobiliarios encabezaron la pérdida de empleos. La industria acumuló una pérdida de 44.000 puestos desde septiembre de 2023, de los cuales 12.000 corresponden a 2025. Construcción se mantuvo estable en julio, aunque presenta un aumento interanual del 2% (+7.500 ocupados), pero desde su pico en mayo de 2023 perdió 91.800 empleos.
Por provincias, el empleo privado formal se redujo en 16 de ellas, destacándose las mayores caídas en Chubut y Santa Cruz (-1,2% cada una) y Tierra del Fuego (-0,8%). Santiago del Estero (+1,2%), Mendoza (+0,4%), San Juan y Tucumán (+0,2% cada una) fueron las que registraron incrementos. Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aportaron la mayor parte de la caída total, con contribuciones del 30% y 32%, respectivamente.
El análisis por género reveló que durante los primeros meses de 2025 el empleo femenino tuvo un desempeño levemente mejor que el masculino, aunque en julio y agosto ambos mostraron una caída del 0,3%.
Respecto al tamaño empresarial, desde febrero de 2025 no se observaron aumentos de empleo en empresas pequeñas y grandes, mientras que las medianas mostraron incrementos esporádicos. En agosto de 2025, el empleo descendió un 0,4% en empresas pequeñas, 0,3% en grandes y 0,1% en medianas. La pérdida interanual se concentró en las pequeñas (-1,1%) y grandes (-0,8%), con un leve aumento en medianas (+0,7%).
El informe también señala que en el primer semestre de 2025, salvo en junio, las tasas de salida laboral superaron las de entrada, con un aumento de la tasa de salida en agosto (de 2,0% a 2,2%). Ambas tasas permanecen bajas en comparación con periodos históricos críticos como la pandemia y la crisis de 2002, pero el aumento en salida explica la mayor parte de la caída del empleo.
En agosto de 2025, el 15% de las empresas registraron solamente bajas de personal, manteniéndose estable respecto al mes anterior y con un leve aumento frente a agosto de 2024 (14%). Las renuncias fueron la principal causa de desvinculación laboral, representando el 50% de las separaciones, cifra inferior a la de meses anteriores. Los despidos sin causa representaron el 11%, en descenso respecto a meses previos. La tasa de suspensiones se mantuvo en 4%, por debajo del 7% registrado en agosto de 2024.
El poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) continuó deteriorándose, con una caída del 2,0% en septiembre de 2025, tras leves descensos en meses anteriores y una estabilidad en junio. Desde diciembre de 2023, el SMVM acumula una caída real del 34%, con un descenso del 5,6% en lo que va de 2025. Actualmente, su valor real es inferior al de 2001 y muestra una erosión del 63% respecto al máximo registrado en septiembre de 2011.
En agosto de 2025, el salario promedio real de los asalariados formales del sector privado aumentó levemente (+0,4%) respecto al mes anterior, ubicándose al nivel de noviembre de 2023. Datos preliminares indican que la remuneración promedio alcanzó los $1.783.909, lo que implicaría un aumento del 4,6% desde noviembre de 2023, aunque aún con una caída del 14% respecto al máximo histórico de mayo de 2013.
En el sector público, el salario promedio real sufrió una fuerte contracción entre noviembre de 2023 y enero de 2024 (-21,9%), con una recuperación débil que no alcanzó los niveles previos, acumulando una pérdida del 13,2% hasta agosto de 2025. En ese mes, el poder de compra mostró una leve mejora respecto a julio (+0,9%).



