María Julia Oliván regresó este viernes a Border para hacer una de las emisiones más emocionantes de Oveja Negra. Luego de dos meses de ausencia por el grave accidente que sufrió con una chimenea de bioetanol, accidente que le provocó quemaduras en el 25% de su cuerpo, retornó a la conducción.
El momento del accidente
Como había anticipado, Oliván hizo un recorrido desde el momento en el que ocurrió el hecho que la llevó a terapia intensiva. “Me prendí fuego, básicamente. Esa es la estufa y la vamos a sacar el miércoles”, contó. “El bidón de bioetanol explotó en mi pierna y este es el dedo que menos pude zafar”, dijo mientras la cámara mostraba las quemaduras en su mano derecha.
Luego agregó detalles: “Estaba muy cansada, con muchas ganas de irme a casa a descansar, hacía mucho frío y yo estaba medio caliente. Empecé a hacer movimientos toscos y le tiré bioetanol a la estufa que estaba enfrente de ese sillón y cuando me prendí fuego, el bidón explotó en mi pierna. Por eso mi pierna está toda quemada y en el lugar de la explosión tengo más cortaduras”.
Los días de internación
“Caí en terapia intensiva del Hospital Alemán, desnuda, tapada con una mantita. Me fui al baño para sacarme el calor del cuerpo, como me dijo una amiga dermatóloga. Me sentía quemada, con ardor, dolor y mucho miedo. Cuando tomé conciencia, actué rápido y me saqué la ropa, pero empecé a tener mucho frío porque hacía ese frío”, recordó Oliván.
La periodista que estuvo dos meses sin poder levantarse de la cama y recién la semana pasada lo logró, contó cómo fue el tratamiento: “El fentanilo tenía efecto inmediato, tenían mucha precaución con este analgésico” señaló. Al mismo tiempo subrayó: “Fue y es un dolor que nunca tuve en mi vida, inaguantable, pero nunca tuve miedo”.
El apoyo de sus seres queridos
Para María Julia, el apoyo de su familia fue fundamental, sobre todo de su marido, Ariel Straccia, y de su madre. “Mi mamá es fuerte, aunque tenga 82 años. Me daba pena pensar cómo podía dejarla llorando, no podía irme y dejarla así”, se emocionó al contar cómo su madre la acompañó durante su recuperación.
Oliván valoró profundamente a los enfermeros del hospital, reconociéndolos como una historia aparte. “Para mí, el hospital son ellos”, afirmó. También reconoció que esta experiencia le permitió recuperar amistades y fortalecer sus vínculos.
El recuerdo de Lanata
Oliván aprovechó su regreso y rindió un homenaje al periodista. Contó que lo tuvo muy presente durante su internación: “Pensé: ‘Esta es la última nota que me mandó el gordo’. Fue una interpretación de una persona enferma, con analgesia exagerada y mucho dolor. Soñé con Jorge, lo tuve presente como a mi hijo y a mi marido”.
Recordó también cómo se identificó con su lucha: “Imaginé que me decía: ‘Oliván, andate a terapia intensiva intermedia y quedate dos meses’. Muchas veces hacía notas sobre personas en situaciones extremas, y aunque no tenía las enfermedades que tuvo Jorge, era como llevar el fentanilo y la ketamina encima”. Confesó que se molestaba cuando Jorge decía “boludeces” bajo los efectos de la analgesia, sin saber que ella estaba haciendo lo mismo: “Yo también decía un montón de boludeces bajo los analgésicos”, confesó la periodista.
El saludo para los haters
María Julia señaló que el alta oficial se la van a dar en dos años, pero al mismo tiempo concluyó: “No podría decir que lo que me pasó fue un karma negativo”. “Vamos a festejar con champagne, le guste a quien le guste, y al que no le guste, fuck you”, aseguró la periodista en su vuelta a la conducción en Border.
