El mundo del espectáculo lamentó la repentina muerte del actor Sergio Lerer, quien dejó un legado inolvidable a los 76 años. Este destacado artista se formó en el teatro y brilló en el cine y la televisión, dejando su huella en producciones internacionales y programas emblemáticos como Los Simuladores.
Frases como “Con profundo dolor despedimos a nuestro afiliado” se hicieron eco en redes sociales por parte de la Asociación Argentina de Actores, que se unió al dolor de sus familiares y amigos. Nacido el 24 de septiembre de 1948, Lerer no solo tuvo una carrera en actuación, sino que también fue psicoanalista, docente universitario de Psicología, cantante y traductor de hebreo.
Su vida estuvo influenciada por sus raíces familiares, ya que su padre fue actor en Polonia y su madre fue ceramista. “Creció en el seno de una familia de raíces artísticas”, se recordó en su biografía.
En una conmovedora entrevista en el 2020, Lerer compartió sus experiencias, revelando que pasó años en el bar La Paz, donde vivió intensamente. “Era un vago, un atorrante que entraba a las 8 y salía a la madrugada.
Esa fue una escuela de vida”, mencionó con nostalgia. Además, reflexionó sobre su carrera, señalando que siempre tuvo la fortuna de hacer lo que realmente le apasionaba. “Descubrí la felicidad de ganarme los mangos en lo que me gusta”, contó.
Durante su trayectoria, Lerer contribuyó enormemente al teatro en idioma idish, destacándose en la obra Es difícil ser judío. También fue compañero de escena del recordado Norman Erlich y protagonizó obras como Draculovich, el vampiro que faltaba y Jasie, la huérfana.
En televisión, dejó su marca con participaciones en series memorables como Casados con hijos y Todos contra Juan. Sergio Lerer también brilló en el cine, participando en cerca de 70 publicidades y en películas célebres, tales como Siete años en el Tíbet, junto a Brad Pitt, y Evita, en la que actuó Madonna.