Los restos del fiscal Alberto Nisman fueron sepultados este jueves en el cementerio israelita de La Tablada. «Papá, nosotras, Iara y Kala, sólo necesitábamos de vos tu presencia y compartir buenos momentos”, escribieron sus hijas en un emotivo mensaje publicado en un diario porteño.
A más de diez días de haber sido hallado muerto, la causa sólo es un sin fin de incógnitas, incongruencias, dudas, sospechas y operaciones que alcanzan incluso al propio Gobierno del país, desde donde aseguran que el fiscal fue asesinado pero no aportan datos claros a la investigación judicial. A pesar de lo mucho que se dice, el caso resulta cada vez más extraño. La cantidad de contradicciones hunde a todos en un terreno de desconcierto del que nadie sabe cómo salir. La conmoción por la muerte continúa sobre gran parte de la sociedad. Cristina Kirchner habló por Cadena Nacional y lejos de arrojar luz, sumó confusión.
Aquí las claves para tratar de entender un caso complejo que pone en el centro de todas las miradas la relación entre el Gobierno, la Justicia y las mafias de, por ejemplo, los servicios de inteligencia oficiales e inorgánicos. Y una comunidad, la judía, que aún espera justicia para los 85 muertos de julio de 1994.
El caso Nisman y la paralización completa de la causa por el peor atentado en la historia del país dejaron expuesta la –verdadera– inseguridad, en un peligroso sistema donde reinan el hermetismo y los poderes invisibles que ponen en jaque al futuro político y a la paz social.
Un fiscal muerto en la Torre Le Parc, uno de los edificios más seguros y caros de la Argentina; un pasadizo secreto; dos ambulancias a las que se les prohibió la entrada; un colaborador que le prestó un arma al fiscal que luego apareció muerto; una denuncia inconsistente contra la jefa de Estado; un sobre enviado a un periodista -horas antes de la muerte- que fue tirado a la basura; otro periodista que huye a Israel por miedo; pistas contradictorias; argumentos que no cierran; espías desatados; el Gobierno, la oposición, Irán, Siria, la CIA, el Mossad y un sinfín de dudas y sospechosos configuran el escenario que configuran un presunto crimen perfecto.
1-¿Quién era Nisman? ¿Qué intereses representaba?
Natalio Alberto Nisman tenía 51 años y era fiscal en la investigación del atentado terrorista a la AMIA. Tenía como “colaborador auxiliar” a Antonio «Jaime» Stiusso, poderoso agente de inteligencia que había ingresado a la ex SIDE en 1997, durante el gobierno de facto de Lanusse.
Stiusso fue Director de Operaciones de la SIDE hasta el último 17 de diciembre cuando, el Gobierno “limpió” la Secretaría y puso al frente Oscar Parrilli, el hombre de mayor confianza de la Presidenta. La primera decisión de Parrilli fue echar –junto con otros quince agentes– a Stiusso, quien había sido acusado por el ex diputado Miguel Bonasso de ser el verdadero jefe de la SIDE en las sombras y de haber cometido delitos de lesa humanidad.
Gustavo Béliz, el ex Ministro de Justicia, había dicho en 2004: «La SIDE la maneja un señor al que todo el mundo le tiene miedo porque dicen que es peligroso y te puedo mandar a matar. Ese hombre participó de todos los gobiernos y se llama Stiusso».
Nisman tuvo buena relación con el kirchnerismo hasta el 2013, cuando el Gobierno firmó el Memorando de Entendimiento con Irán. Nisman estaba en contra de este documento, ya que su principal hipótesis era que el atentado a la AMIA lo habían hecho miembros del Hezbollá amparados por el estado iraní. El fiscal era apoyado por DAIA, AMIA y gran parte de la comunidad judía. Al mismo tiempo, el Canciller Héctor Timerman y parte del kirchnerismo lo acusaron de ser una suerte de títere de la CÍA y el MOSSAD, bajo el ala de Stiusso. Debajo del segundo subtítulo de esta nota vas a encontrár el perfil del espía.
2- La denuncia y el regreso ¿inesperado?
Desde hacía meses el fiscal tenía pensado hacer una denuncia contra Cristina Kirchner y Héctor Timerman por delito de «encubrimiento». Según Marta Nercellas, ex abogada de la DAIA, Nisman le había dicho: “Lo voy a hacer después de que –la presidenta– deje el poder, porque sino van a creer que es un golpe institucional”. La hipótesis era que el gobierno cambiaba impunidad a iraníes que habían amparado el atentado a cambio de petróleo bueno y barato.
Sin embargo, el 12 de enero el fiscal cortó un viaje familiar por Europa que iba a durar hasta fin de mes y volvió al país. En un principio se dijo que había interrumpido esas vacaciones, pero la fiscal Viviana Fein –que investiga la muerte- aseguró que Nisman contaba con el pasaje de regreso desde diciembre.
Dos días después de su regreso denunció a la Presidenta de “decidir, negociar y organizar la impunidad de los prófugos iraníes en la causa AMIA con el propósito de fabricar la inocencia de Irán». Frente a esta acusación, fue convocado a presentar las pruebas en el Congreso el lunes 19 de enero. El sábado 17, Héctor Timerman, defendió a Cristina Kirchner y acusó al fiscal de «mentir», «investigar clandestinamente» a la mandataria y «montar un show mediático» en torno a su denuncia. Al mismo tiempo el secretario de Seguridad, Sergio Berni, calificó de un «verdadero disparate» la denuncia del fiscal y dijo que Nisman haría un «gran papelón» en el Congreso.
Luego de que fuera difundida la denuncia, se supo que las acusaciones no constituían un delito y tomó fuerza la versión de que Stiusso –y otros– le habían dado a Nisman pistas y datos falsos. El periodista Javier Álvarez escribió en Borderperiodismo: «Las 289 páginas de la denuncia que el fiscal Alberto Nisman realizó contra la presidenta sólo confirmaron las dudas sobre la verosimilitud de las pruebas con las que intentaba comprobar el posible encubrimiento del atentado a la AMIA. El texto, redactado con códigos más periodísticos que judiciales, irradia a prima facie que el fiscal quedó en medio de una operación sin precedentes». Luego, no hubo ningún jurista, abogado, juez o fiscal que respaldara la denuncia. Acá encontrás el análisis minusioso de ese fallo.
3- La muerte
El arma: El sábado a las 20:00, Diego Lagomarsino –colaborador personal de Nisman– fue a la casa del fiscal y le llevó un arma. Lagomarsino declaró luego que el fiscal le pidió un arma porque «ya no confiaba siquiera en la custodia» y que le aseguró que, a pesar de que tenía registro de portación, «no la iba a usar».
La escena de la muerte: El domingo el fiscal ya no respondió más llamadas. A la tarde -los custodios se contradicen al determinar la hora- , como seguía sin responder, informaron y la madre del fiscal fue a la Torre Le Parc de Puerto Madero, donde vivía Nisman. Entraron con la ayuda de un cerrajero que abrió la puerta de servicio: según el hombre estaba con la llave puesta, pero no trabada.
El cuerpo de Nisman estaba en un charco de sangre dentro del baño, trabando la puerta. La muerte fue certificada por un médico privado de Swiss Medical. Hay dudas de si este médico entró o no al baño. El SAME emitió un comunicado donde aclara que la ambulancia que envió al lugar fue rechazada en dos oportunidades. No se entiende por qué no se dejó ingresar a los médicos del SAME.
El Secretario de Seguridad, Sergio Berni, llegó antes que el juez al lugar y la fiscal de la causa y permaneció en el departamento de Nisman con la madre del fiscal y los custodios. Ahora, por haber permanecido en la casa, fue denunciado por el delito de «incumplimiento de los deberes de funcionario público» y «encubrimiento».
4- Las incógnitas
Los peritajes indican que la muerte fue antes de la noche del domingo, alrededor de las 16:00. ¿Qué hizo el fiscal hasta esa hora? ¿Estuvo solo desde el sábado a la noche? ¿Por qué se sentía inseguro si tenía diez custodios? ¿Para qué pidió un arma prestada si tenía dos registradas? ¿Por qué volvió de sus vacaciones el 12? ¿Cuál fue la razón de presentar la denuncia con tanta urgencia? ¿Por qué no se aceptaron las ambulancias del SAME? ¿Lagomarsino fue el último que vio al fiscal vivo? ¿Por qué Stiusso no fue citado a declarar? ¿Qué hizo Berni durante las horas que estuvo dentro del departamento de Nisman? ¿Qué lugar ocupan hoy los servicios de inteligencia? ¿Puede su poder hacer tambalear a un gobierno? Para saber más sobre qué es la renombrada SI o ex SIDE te recomendamos este link.
5- Las hipótesis
1) El suicidio: Nisman habría descubierto que contaba con información falsa y que su denuncia era inconsistente. El revés del Secretario General de Interpol Robert Noble, la acusación de Canicoba Corral, juez de la causa AMIA, y la conciencia de haber sido operado por la exSIDE lo llevaron a tomar la decisión.
2) El crimen en manos del gobierno: Nisman tenía la documentación suficiente –y la certeza– de que con su denuncia podría demostrar que la Presidenta y el canciller habían encubierto a funcionarios del gobierno iraní. La dudosa actuación de Berni, la falta de custodia en el momento preciso, los rumores de que Nisman aceleró la presentación de la denuncia por temor a ser removido de la causa por Gils Carbó y la falta de pólvora en las manos serían las pruebas. Sin embargo, además de que se trata de una interpretación demasiado lineal para una situación tan compleja, sabemos hoy que aquello que traía entre manos el fiscal no había puesto en jaque a ningún funcionario K. La muerte de Nisman sí tiene un altísimo impacto político.
3) Teorías alternativas: Nisman habría sido manejado por la CIA y el Mossad a través del la SIDE y, más precisamente de Stiusso, quien le habría dado información falsa y operado para poner el foco en Irán, estrategia que siempre benefició al gobierno de EE.UU y su guerra librada en Medio Oriente. Según esta teoría, al quedar Stiusso fuera de la SIDE, el cadáver de Nisman se transformaba en una moneda de cambio: es perjudicial tanto para EE.UU como para el gobierno. Acá tenés la primer versión de #Borderperiodismo sobre el caso. Días después la leíste en los demás medios..
6- Lo último
El kirchnerismo plantea que a Nisman lo asesinaron y asegura que se está haciendo «golpismo judicial». El PJ denunció un complot de sectores de inteligencia, grupos económicos, jueces y medios para desestabilizar al Gobierno. Mientras, Lagomarsino está imputado sólo por haberle llevado el arma al fiscal; Pachter, el periodista que dio la primicia de la muerte, huyó a Israel luego de haber denunciado que fue perseguido y amenazado; la Justicia no logró identificar la huella encontrada en el pasadizo secreto del departamento de Nisman y la Presidenta -vestida de blanco y en silla de ruedas- anunció por Cadena Nacional que impulsará la disolución de la Secretaría de Inteligencia y la creación de una nueva Agencia Federal de Inteligencia.
El cuerpo de Nisman es una mamushka macabra: abre un abanico de preguntas interminables que conducen a un callejón sin salida. Se trata de un caso complejo, diseñado con la precisión de un cirujano. Una muerte rodeada de espionaje, intereses políticos, secretos y hermetismo.