El escándalo que sacudió a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) sigue sumando capítulos. Diego Spagnuolo, quien estuvo al frente del organismo hasta el 20 de agosto, analiza seriamente convertirse en imputado colaborador en la investigación por presuntas coimas ligadas a contrataciones públicas.
La defensa del ex funcionario todavía no mueve sus fichas. Sus abogados, Juan Araoz de Lamadrid e Ignacio Rada Schultze, pidieron frenar los plazos hasta que se levante el secreto de sumario, vigente hace tres semanas. Alegan que sin acceso al expediente es imposible definir una estrategia clara, sobre todo frente a los planteos de nulidad que presentaron los empresarios Jonathan y Emmanuel Kovalivker, dueños de la droguería Suizo Argentina.
¿Qué pasaría si decide presentarse como tal?
Spagnuolo tiene una decisión difícil en sus manos: si decide acogerse al régimen de arrepentido, deberá admitir su rol en los hechos y señalar hacia arriba en la cadena, aportando información novedosa y relevante contra otros involucrados de mayor rango. Ese paso, de concretarse, se formalizaría primero ante el fiscal federal Franco Picardi y luego necesitaría la homologación del juez Sebastián Casanello.
La chispa que encendió la causa fue un audio explosivo en el que se escucha al entonces titular de la ANDIS hablar sobre un esquema de retornos ilegales. Allí aparece incluso el nombre de Karina Milei, secretaria General de la Presidencia, mencionada como parte del reparto de porcentajes. El material, una vez difundido, derivó en la fulminante salida de Spagnuolo por decisión de Javier Milei y abrió la puerta a la investigación penal.
En el centro de las sospechas está la relación entre la ANDIS y Suizo Argentina. La firma no solo ganó contratos millonarios con el organismo, sino que en la última licitación del programa Incluir Salud se quedó con el 22% de un total de 24.000 millones de pesos, acumulando adjudicaciones por más de 55.000 millones. Los investigadores buscan comprobar si hubo direccionamiento, sobreprecios y sobornos para favorecer a la empresa.
El papel de los Kovalivker
Los Kovalivker, por su parte, intentan desactivar el expediente. Alegan que el audio es inválido porque vulnera la intimidad de Spagnuolo y que la licitación ya había sido investigada y archivada, lo que configuraría “cosa juzgada”.
Mientras tanto, Spagnuolo juega su carta más delicada. Según trascendió, teme cargar solo con el peso de la causa y percibe que desde el propio Gobierno lo quieren dejar como único responsable. Esa sensación lo llevó a mirar con atención la salida del arrepentido. La incógnita podría resolverse en breve: cuando se levante el secreto de sumario, la próxima semana, quedará claro si finalmente decide hablar o si seguirá apostando al silencio.