Un nuevo capítulo judicial y mediático se desató en la provincia de Santiago del Estero que fue relevado por el medio Todo Noticias, enmarcado en la batería de acusaciones contra Pablo Toviggino, tesorero de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Productores rurales santiagueños denunciaron una presunta banda delictiva dedicada a robar campos a los trabajadores. El padrastro del dirigente, es el principal acusado.
El modus operandi se basa en amenazas, causas armadas, escrituras ilegales, violencia armada y un entramado policial-político-judicial que permite encauzar el accionar. “Ahí operaba la familia Toviggino. Te inventan causas, te amenazan, te presionan. Me dijeron que iban a venir con la Policía”, contó uno de los damnificados que poseía un campo de más de 2000 hectáreas y que de acuerdo a su relato tuvo como protagonista del robo a “Polo” Figueroa, padrastro de Toviggino.
Otros casos de “usurpaciones”
Otro de los casos más impactantes, fue el que relató otro productor santiagueño que poseía un campo de 3000 hectáreas: “Fuimos con el escribano para tomar posesión. Después vino la primera usurpación”, explicó. El momento más insólito se produjo cuando regresaron a resolver por la vía judicial el hecho, junto con el funcionario de la Justicia. El productor divisó al Policía que los acompañaba junto con los usurpadores, tomando mate. “Olvídense del campo, no lo van a recuperar más”, sostuvo el efectivo.
La denuncia de los productores se basa en la repetición de estos hechos, una mecánica muy aceitada. Grupos armados, identificados como barras bravas y personas privadas de la libertad, ocupaban los campos, fueron los relatos de los productores. Además, un detalle no menos importante, estos mismos recibían alojamiento, comida y otro beneficios que extendían la “estadía”. “Entraron, quemaron la casa, golpearon al encargado, cortaron los alambres. Después alquilaban el campo para financiar nuevas usurpaciones”, denunciaron.
En el programa “¿Y mañana qué?”, lugar donde se describieron los testimonios de los productores y donde se amplió la información sobre Pablo Toviggino, también se explicó el peso de la Justicia Provincial sumado a los vínculos políticos que ayudaban a las maniobras ilícitas. Es el caso del último productor, que fue amenazado directamente: “Nos dijeron que si queríamos conservar algo del campo teníamos que cederles la mitad, si no nos iban a sacar todo”, contó. Según los dichos, el dueño del campo poseía toda la documentación legal. El mismo accedió para conservar su mitad.



