Los vecinos del barrio náutico Albanueva, en Tigre, quieren expulsar a Fabián Sambucetti, un empresario condenado en primera y segunda instancia por abuso sexual agravado contra su hijo de cuatro años, y que en un momento tuvo relación con el kirchnerismo.
El pedido surgió luego de que uno de los habitantes se diera cuenta que Sambucetti figuraba en las expensas de Albanueva como titular de los lotes 70 y 71. Este dato despertó el rechazo inmediato y generó el inicio una campaña interna para solicitar que se lo eche.
En julio de 2023, los jueces de la Cámara de Casación de Ciudad de Buenos Aires, Horacio Días, Jorge Rimondi y Gustavo Bruzzone, sentenciaron al empresario "por abuso sexual agravado por haber implicado un sometimiento gravemente ultrajante para la víctima y por su condición de ascendiente del niño damnificado". De esta manera, ratificaron el fallo que había dictado el Tribunal Oral N°21.
Según detalló la querella a cargo de los abogados Julio Golodny y Kevin Shalon, que representan a la madre del menor damnificado, el abuso sexual se habría reiterado en distintas ocasiones entre 2014 y 2015.
La casa de Sambucetti, donde el sábado pasado se realizó una gran fiesta, abarca dos lotes y el jardín termina en un amplio canal que desemboca en el río Luján. Cada lote en Albanueva tiene una superficie promedio de entre 1200 y 1500 m2, con un valor de entre 1,5 y 1,9 millones de dólares. Además, es un barrio privado exclusivo donde habitan mayormente familias con hijos en edad escolar.
Su vínculo con el kirchnerismo
El empresario, junto a su familia, es propietario de Rutilex Hidrocarburos Argentinos Sociedad Anónima (Rhasa), una empresa que ofrece servicios de almacenaje de hidrocarburos, productos químicos y líquidos en general, que también cuenta con una red de estaciones de servicio propia. Sambucetti enfrentó múltiples causas por evasión impositiva y deudas millonarias en los años '90, que incluyeron un pedido de captura.
Esta solicitud fue emitida por la Justicia Federal en 1999 tras la detección de irregularidades por parte de la Aduana de Campana, y no fue solo para él, sino también para dos familiares suyos: Jorge y Horacio Sambucetti. Lo llamativo es que ninguno cumplió la condena nunca porque permanecieron prófugos hasta que se anuló la orden de captura.
En 2004, Rhasa logró salir de deudas millonarias e incluso estar al borde de quebrar, gracias a abultados contratos de la empresa estatal Enarsa, creada por Néstor Kirchner, que como no tenía suficiente infraestructura propia, alquiló las instalaciones de la compañía de Sambucetti: 90 hectáreas, destilería propia y contenedores de almacenamiento de combustible.
El gobierno kirchnerista anunció reiteradas veces que Enarsa junto con la petrolera venezolana Pdvsa comprarían Rhasa, pero esto nunca sucedió.
