Una tarde de caos se vivió en el barrio porteño de Liniers, cuando tres formaciones del tren Sarmiento descarrilaron a unos 100 metros del paso a nivel ubicado entre la calle Timoteo Gordillo y la avenida Rivadavia.
Al lugar acudieron 40 ambulancias del SAME, que asistieron a 11 personas en el sitio y trasladaron a otras nueve a los hospitales Santojanni, Vélez Sarsfield, Álvarez y Grierson. También trabajaron dos dotaciones de Bomberos de la Ciudad, el Grupo Especial de Rescate, un puesto comando y unidades médicas.
Aunque las pericias aún no concluyeron, las primeras versiones apuntan a un “problema en un cambio de vías” como posible causa del siniestro. A pesar del impacto, el tren no llegó a volcar, lo que evitó una tragedia mayor.
El servicio del Sarmiento permaneció suspendido durante una hora entre Once y Ciudadela, lo que generó incidentes en la estación de cabecera, donde decenas de pasajeros protestaron al no poder regresar a sus hogares. Pasadas las 18, la circulación fue restablecida con demoras y cancelaciones, mientras que la estación Liniers continuaba cerrada.
Testigos del hecho describieron momentos de pánico. Ramiro, un estudiante que viajaba en uno de los vagones afectados, contó que todo comenzó con un ruido fuerte: “Escuché un ‘crack’ y la formación se fue para adelante y se empezó a doblar”.
Según relató, el tren se detuvo de golpe y los pasajeros quedaron atrapados unos minutos. “El humo que había era impresionante. La gente estaba desesperada”, recordó el joven, quien logró evacuar caminando por las vías. “El SAME llegó en 10 minutos”, añadió.
Las autoridades investigan ahora las causas del descarrilamiento, mientras se evalúan los daños en la estructura ferroviaria y se revisa el sistema de señales. Desde la empresa concesionaria remarcaron que las tareas de reparación y control se extenderán durante las próximas horas para garantizar la seguridad del servicio.
