El salvaje crimen de Morena, Lara y Brenda sigue conmocionando al país. Mientras sus familiares y amigos velaron a las tres amigas, el cortejo fúnebre partió con los féretros hacia el cementerio Las Praderas, en el Camino de Cintura, ubicado en el partido de Lomas de Zamora, donde serán las primas Morena y Brenda serán enterradas juntas. En cuanto a la inhumación de Lara, no trascendieron detalles. Sin embargo, se informó que, por el momento, sus cuerpos no serán cremados debido al desarrollo de la investigación.
El cortejo fúnebre partió desde la casa fúnebre en medio de una caravana compuesta por familiares, amigos en medio de un impresionante silencio y muestras de intenso dolor. Incluso, mucha gente se acercó con cartas y remeras con el rostro de las chicas.
La causa cambió de fiscal y cómo sigue la investigación
La causa que busca dar con los responsables de los salvajes crímenes tuvo un giro importante al producirse un cambio de fiscal. En primer lugar, la fiscalía general de La Matanza resolvió que la causa esté bajo la órbita de la UFI de Homicidios, que está a cargo del fiscal Adrián Arribas. La investigación estuvo, inicialmente bajo la competencia de Gastón Dupláa.
Arribas ya tomó las riendas del caso que por el momento tiene cuatro personas detenidas, entre ellos, Miguel Ángel Villanueva Silva, de nacionalidad peruana, y su pareja, Iara Daniela Ibarra, quienes están imputados bajo la figura de homicidio calificado con concurso premeditado de dos o más personas, cometido con alevosía, ensañamiento y violencia de género. De esta forma, si son encontrados culpables, podrían recibir prisión perpetua.
Además, la causa tiene tras las rejas a otras dos personas: Andrés Maximiliano Parra, de 18 y Magalí Celeste González Guerrero, de 28, sindicados como los encargados de limpiar la casa y borrar evidencias, como manchas de sangre y otros elementos. Ellos fueron atrapados en el preciso instante en que estaban realizando esa tarea. Ambos fueron acusados de encubrimiento agravado.
Sin embargo, los investigadores están tras los pasos de un delincuente de nacionalidad peruana apodado "Pequeño J" o "Julito", un joven de 23 años que está señalado como el cabecilla de una banda narco que opera en la Villa Zabaleta Capital Federal y tiene ramificaciones en diferentes zonas del sur del conurbano bonaerense.
Por último, la Justicia ordenó la captura nacional e internacional de "Pequeño J" y allanó varios de sus búnkers, sin poder encontrarlo. De todos modos, se cree que podría estar fuera del país y los investigadores siguen varias pistas para intentar dar con el delincuente más buscado de Argentina.