Las autoridades de la provincia de Buenos Aires continúan investigando el triple femicidio ocurrido en Florencio Varela, un caso que conmocionó a la sociedad y que inicialmente se vinculó con una supuesta transmisión en vivo a través de TikTok.
En un primer momento se difundió que el crimen fue visto por 45 usuarios dentro de un grupo cerrado en la red social, situación que generó alarma y preocupación. Sin embargo, desde TikTok se contactaron con el gobierno provincial para desmentir esta versión y aclarar que no hay evidencia alguna que respalde esa afirmación.
Mediante un comunicado oficial, la plataforma señaló: "A partir de los hechos de público conocimiento queremos confirmar que el contenido mencionado en algunos medios periodísticos no sucedió en TikTok". Además, indicaron que tras una revisión exhaustiva realizada por su equipo, "podemos confirmar que no hay registro de un video relacionado con este caso en la plataforma TikTok".
La empresa destacó que su equipo de Trust & Safety está compuesto por miles de profesionales en todo el mundo que aplican rigurosos protocolos para prevenir la difusión de contenidos violentos. "A través de inteligencia artificial y control humano, los contenidos violentos que podrían existir son retirados de la plataforma de manera inmediata", explicaron.
"Esto es lo que le pasa a los que me roban droga"
Las palabras que se escucharon en la transmisión fueron esclarecedoras: el móvil de la tortura a Lara Gutiérrez, de 15 años, y a Brenda del Castillo y Morena Verdi, ambas de 20, fue usarlas para aleccionar a otros miembros de una organización vinculada al narcotráfico.
Se supone que 45 usuarios siguieron en vivo la transmisión en un grupo cerrado, que puede haber sido en Instagram o cualquier otra red social que permita esa modalidad, un poco en calidad de testigos y otro poco, como público cautivo.
Lara, Brenda y Morena habían sido vistas por última vez el viernes a la noche, cuando se subieron a una camioneta en Ciudad Evita para ir a un evento que nunca existió. En vez las secuestraron, las llevaron a una casa en Florencio Varela y las torturaron para luego matarlas y meter sus cuerpos en bolsas de residuos.
