Un terremoto de 7,6 grados, una magnitud potente, sorprendió a los habitantes de la costa norte de Japón y encendió una alarma de tsunami que, horas después, fue desactivada. La agencia de noticias local Kyodo informó este episodio y, de acuerdo a los primeros reportes difundidos, se registraron, al menos, ocho heridos.
Tras este fenómeno, se originaron olas de hasta setenta centímetros en diversos puntos de Japón. Conforme indicó la Agencia Meteorológica local (JMA), la primera llegó a un puerto de Aomori, en la isla principal del Estado.
Kyodo informó que las ocho personas heridas se reportaron en Hokkaido, la isla más ubicada al norte del territorio, en medio de los trabajos de evacuación. Asimismo, de acuerdo a la cadena pública japonesa NHK, hubo seis heridos en la prefectura de Aomori.
El sismo alcanzó el nivel seis superior en la escala local de siete niveles, así como el nivel seis inferior en los pueblos de Oirase y Hashikami. La escala mide tanto la agitación sobre la superficie como el potencial destructivo del fenómeno.
Las autoridades meteorológicas activaron una alerta de tsunami de hasta tres metros de altura en las costas de la prefectura de Aomori, su ciudad vecina Iwate y la punta sur de Hokkaido. Mas tarde, la retiraron.
Según los datos más recientes publicados por NHK, a la una de la madrugada se había comprobado el arribo de una oleada de setenta centímetros en el puerto de Kuji, en Iwate.
El director de la División de Observación de Terremotos y Tsunamis de la JMA, Shinji Kiyomoto, durante una rueda de prensa, advirtió: "Siguen observándose tsunamis, así que continúen evacuando zonas de riesgo".
Por su parte, el Gobierno de la primera ministra, Sanae Takaichi, estableció en Tokio un equipo especial que coordina con las autoridades locales la evaluación de la magnitud de los heridos y los daños, una tarea complicada de realizar a la noche.
