Un fuerte testimonio encendió las alarmas sobre el funcionamiento del laboratorio HLB Pharma Group. Adriana, ex empleada de la empresa, reveló que el laboratorio está plagado de irregularidades graves en la producción de medicamentos inyectables, incluidos aquellos de alto riesgo como el fentanilo. Según su relato, lo que predominaba era la ausencia de controles de calidad, la falta de personal capacitado y un sistema de producción que operaba al margen de la seguridad sanitaria.
La denunciante aseguró en una entrevista con radio Rivadavia, que la trazabilidad de los procesos era prácticamente inexistente. "Se contrataba gente específicamente para completar planillas de análisis microbiológicos que no existían", afirmó, al describir cómo se falseaban los registros de manera manual. También remarcó la precariedad de las condiciones de higiene, al señalar que "esos filtros se reutilizan y se lavan. No se esperan los resultados y ya se conecta toda la línea", en referencia al uso de filtros destinados a esterilizar drogas que luego eran liberadas sin esperar los análisis correspondientes.
El testimonio de Adriana también expuso el estado de las instalaciones. Relató que el laboratorio no contaba con ventilación ni temperatura adecuadas pese a manipular drogas que requerían máximo control. "En pleno verano los chicos entraban en ropa interior a veces y con las puertas abiertas del calor que hacía, no podían aguantarlo", sostuvo, graficando el nivel de informalidad que se vivía en el lugar.
La falta de rigor alcanzaba incluso a la relación con el organismo regulador. Según Adriana, la ANMAT nunca detectó las irregularidades porque las auditorías eran avisadas con anticipación. "Nosotros sabíamos con anticipación qué lotes se iban a auditar, entonces se preparaban los papeles", señaló. A su vez, contó que se contrataba personal solo para "acomodar papeles" y "dibujar los números" que los auditores iban a solicitar, lo que impedía que quedaran en evidencia los "desvíos" en la producción.
Sabían del fentanilo contaminado
Uno de los episodios más graves que mencionó fue el caso de un lote de fentanilo contaminado que igualmente salió al mercado. "Lo sabían los analistas de microbiología… la jefa de microbiología, la cual había comunicado a la gerenta de calidad y el lote había salido exactamente igual", denunció la exempleada de la compañía.
Por último, detalló además que los análisis con resultados positivos se registraban en cuadernos aparte o en simples borradores. Nunca se identificaba qué bacteria había contaminado la droga, y los lotes se despachaban sin cumplir con la cuarentena legal. "Cuando se avisó el análisis ya estaba fuera", concluyó, confirmando que medicamentos peligrosos llegaron a circular pese a que dentro del laboratorio se conocía su condición defectuosa.