Un informe especial de El País (España) registró las situaciones aberrantes que se viven en Afganistán debido a la profunda pobreza, la crisis de la pandemia y la dominación talibán. Un país en el que los matrimonios infantiles son comunes y la venta de bebés es moneda corriente.
Afasana es una niña de tan solo ocho años. Su padre le organizó un casamiento con un desconocido, y ella esboza una sonrisa leve y forzada. Por su corta edad, aparenta no entender mucho sobre la situación, pero sabe más de lo uno piensa. El periodista le preguntó si estaba contenta por su casamiento, a lo que la niña contestó: “Al menos podré comer dos veces al día”.
Leé también: Travesía por el mundo: el español que viaja hace 5 años por África solo con su moto
Las postales son crueles. Su padre, Yasee, la vendió por más de 2.300 euros al mejor candidato, aunque se muestra avergonzado ante el medio español. “Claro que no quería hacer esto, pero tras la llegada de los talibanes perdí mi trabajo como barrendero. Tuvimos que venir de Kabul a esta aldea remota de la provincia de Kandahar, donde vivía un tío mío con su familia. En teoría, iba a obtener un empleo en las plantaciones de amapolas para procesar el opio, pero el régimen ha decretado que esta sea la última cosecha, y apenas necesitan jornaleros. Sin dinero, no teníamos otra opción”, declaró.
Yasee intenta aliviar el dolor justificando su decisión: “Se presentaron varios pretendientes e intenté escoger al más joven. Tiene unos 25 años, parece de buena familia y dice que permitirá a la niña ir a la escuela. Estamos todos tristes; Afasana llora por las noches. Todo irá bien, si Dios quiere”.
Tres meses después de la retirada del ejército estadounidense de Afganistán y la toma de poder por parte de los talibanes, diferentes organizaciones internacionales alertaron sobre el aumento de matrimonios infantiles como consecuencia de la desesperante situación política y económica del país asiático.
Uno de los mayores inconvenientes se dio cuando la comunidad internacional decidió congelar los fondos destinados a la población afgana, que significaban más del 75% del presupuesto nacional. La dependencia de este dinero deviene, directamente, de los 20 años de conflicto; aunque, en el último año, el país fue castigado por desastres naturales -que provocaron más de 1.000 muertes-, sequías y hambrunas. Más de 23 millones de personas padecen hambre aguda en Afganistán y más de 3 millones y medio de niños necesitan tratamiento nutricional.
Leé también: Insólito: Sri Lanka vive su peor crisis y aún así tiene menos inflación que la Argentina
LA VENTA DE NIÑAS Y RECIÉN NACIDOS EN AFGANISTÁN
En la misma aldea que Afasana, otra niña de apenas tres años también fue vendida. Su padre también dio declaraciones a El País: “Escapé de Kunar -provincia de Afganistán- asediado por las deudas. Pero me encontraron y ahora amenazan con matarme si no pago los 5 mil dólares de deudas que acumulé entre gastos y el juego, mi debilidad. Un secuaz de mi acreedor llegó hasta el asentamiento y eligió a una de mis hijas como pago”, contó.
La venta también se da en recién nacidos, donde los precios rondan entre los 500 y 2.500 dólares. El líder de la aldea explica que, incluso, “llegan ofertas cuando todavía el niño no ha nacido”. “Casi todas las familias están dispuestas a llegar a un acuerdo; sus postores lo consideran beneficencia porque les darán una vida mejor”, asevera.
El medio español también dio a conocer los datos de Unicef, quienes afirman que el 28% de las mujeres afganas -de entre 15 y 49 años- se casan antes de los 16 años. Aunque informes como los de Save the Children aseguran que las niñas son obligadas a casarse, incluso, antes de los 10 años.
Con información de El País
Además: