Dos parejas oriundas de Banfield y Tucumán denunciaron haber sido expulsadas con violencia del popular Toni Piano Bar, un icónico local nocturno del centro madrileño conocido por sus noches de karaoke alrededor de un piano de cola. El hecho ocurrió el pasado martes por la madrugada y quedó registrado en videos que rápidamente se viralizaron.

En las imágenes, se observa cómo empleados del bar empujan a los turistas mientras profieren frases discriminatorias. “Argentinos, te comportáis como animales”, se escucha decir a uno de los encargados.

Ana Laura Varela, una de las afectadas, relató al medio TN que tras esperar una hora en la fila lograron ingresar al bar y se ubicaron cerca del piano junto a otra pareja argentina.

El conflicto comenzó cerca de la 1 de la mañana, cuando una pareja mexicana compró una botella de whisky importado y pidió sentarse en el mismo sector. Al no haber lugar disponible, el personal del bar intentó desalojar a los argentinos, a pesar de que habían pagado la entrada y estaban consumiendo.

“Nos sacaron a la fuerza, nos insultaron y nos trataron como si no valiésemos nada”, denunció Varela. En uno de los videos, se ve cómo un camarero toma por la fuerza a un joven mientras este se resiste. A su alrededor, los demás turistas gritan exigiendo explicaciones.

Uno de los trabajadores reaccionó violentamente al notar que lo estaban filmando: “A mí no me puedes grabar”, exclamó antes de golpear el celular.

Poco después, patovicas y mozos expulsaron a los cuatro argentinos entre empujones. “Sois argentinos, sois animales. Te comportáis fatal. Siempre igual”, insistió uno de los guardias mientras los turistas eran obligados a salir.

Aunque no realizaron una denuncia policial, las víctimas describieron el episodio como “bochornoso y humillante”.

Varela contó que una de las parejas, especialmente el hombre tucumano, terminó visiblemente alterado: “Estaba muy agitado, la chica temblaba, no podían creer lo que había pasado. Fue una situación traumática”.

“No pudimos dormir en toda la noche. Nos quedamos en el hotel con angustia y nervios. No sabíamos si llamar a la policía o no. Nos aconsejaron hacer una denuncia, aunque sea para advertir sobre lo que pasó”, concluyó.