Hincha! Ritual Show: el gen del futbolero argentino

El espectáculo creado por Pichón Baldinú da en el clavo con lo más profundo del fanático del balompié.
Por: Pablo Strozza

 

El currículum vitae de Pichón Baldinú impresiona para cualquiera que haya seguido más o menos, de manera central o lateral, el devenir del teatro no convencional en la Argentina y en el mundo. Un listado incompleto incluye grupos como La Organización Negra, De La Guarda y la compañía de teatro Ojalá. Varias compañías a lo largo de todo el mundo para montar y representar el Período Villa Villa de De La Guarda. El musical de Broadway Tarzán, donde trabajó con Phil Collins. Y otros shows memorables como UORC en Cemento La Tirolesa en el Obelisco con la mítica Organización Negra, Doma en el viejo Velódromo Municipal también con De La Guarda, El hombre vertiente con Ojalá y puestas en escena de reciales de Charly García y Los Pericos. De nuevo: una enumeración que saca el aliento.

Por todo esto, la expectativa ante Hincha! Ritual Show, el nuevo espectáculo de Pichón, que se ejecuta en el Polo Cultural Saldías, era, cuanto menos, alta. Buenas noticias: el teatro inmersivo y físico que es la marca registrada, el ritual que implica ir a la cancha a alentar los colores del equipo con el que simpatizas, los duelos entre parcialidades, los cantitos y, claro, el fútbol en sí, están representados de un modo poco habitual, con los vuelos y arneses que ya hemos vistos en otros shows de Pichón, pero resignificados y adaptados.

Si bien no hay un argumento lineal, hay distintos cuadros que van representando lo que ocurre tanto afuera como adentro de un campo de juego. Los bombos, las banderas y las vinchas dan inicio a Hincha!, y la primera referencia que viene a la mente es el candombe y el carnaval uruguayo, con sus potentes llamadas. Hay una cita al Teatro Negro de Praga en un momento en el que uno de los personajes hace jueguito con distintos tipos de balones. Hay un partido aéreo entre dos jugadores por bando y una pelota inmensa que va y viene. La rivalidad entre los equipos se metaforiza a través de una batalla de rap digna del Quinto Escalón.

Todo lo narrado, y más, actúan como tentempié para el plato fuerte, que llega antes del final. Los títulos mundiales de fútbol del 1978, 1986 y 2022 son contados a través de sendos videos que no escapan tantos a la realidad social de cada uno de esos momentos y sus intervalos temporales (la dictadura militar, la Guerra de Malvinas, la vuelta a la democracia, la rivalidad futbolera con Inglaterra) como también a las frustraciones deportivas de tantos años sin levantar la Copa del Mundo. Todo queda servido en bandeja, entonces, para el gran final, que es el anunciado: Montiel que concreta su penal contra Francia, el festejo con cinco millones de personas en la calle al día siguiente, y un montón de pelotas inflables que caen y circulan por Saldías para que Hincha! finalice con un clima de jolgorio y algarabía. El ADN del ser de masa gris que regresa a las tribunas, tan bien descripto por Luis Alberto Spinetta en “La bengala perdida”, fue aislado, descripto y muy bien interpretado en clave de teatro no convencional. Pichón Baldinú y su troupe, una vez más, lo hicieron.

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