Los Amigo (sic) fue grabado por el Flaco junto a Rodolfo García y Daniel Ferrón, y es un hermoso testamento. Un recorrido tema por tema.
Era un secreto a voces y el jueves, en La Noche de las Disquerías, verá la luz. Se trata de Los Amigo, así, sin S final, y es el disco que grabó Luis Alberto Spinetta antes de que el cáncer hiciera de las suyas y nos lo arrebatara de este mundo. Los Amigo, en realidad, no es un registro del Flaco, sino un grupo que formó con Rodolfo García en batería (compiche de Luis Alberto desde la época de Almendra) y el bajista Daniel Ferrón, y surgió de manera informal: tres amigos que se juntaban a tocar sin ninguna pretensión más allá de la de hacer música juntos, hasta que se dieron cuenta que tenían un repertorio propio y decidieron grabar esas canciones, gracias a que los ensayos se hacían en La Diosa Salvaje, la casa estudio de Spinetta en la calle Iberá al 5000, en Villa Urquiza.
Aparte de Spinetta, García y Ferrón, Los Amigo cuenta con la participación de Claudio Cardone y el Mono Fontana en teclados, la Kashmir Orquesta en cuerdas y Valentino Spinetta en piano Rhodes. La tapa es un dibujo del propio Flaco, y la producción corrió por cuenta de Dante Spinetta. Será editado por Sony Music, que anunció que el año que viene se reeditarán dos obras claves de la trayectoria de Spinetta como Kamikaze y Alma de diamante, así como el histórico registro del recital de las Bandas Eternas en Vélez, donde repasó toda su trayectoria en el que fue, sin discusión posible, el mejor concierto de los tiempos que haya dado un rockero argentino.
A continuación, un repaso tema por tema de Los Amigo:
“Apenas flotó”: La primera canción da con el tono del disco. Una formación de trío (guitarra, bajo y batería) que enseguida recuerda a Invisible y un motivo de viola bien jazzero que remite a A 18’ del sol. “¡Bastante feliz, eh!”, es el comentario de Luis Alberto que se cuela al final de la canción, y es imposible no lanzar la carcajada emotiva al escucharlo.
“Iris”: El corte de difusión del disco, dedicado a Ana Spinetta, la hermana del Flaco, y protagonista de canciones de Almendra como “Ana no duerme” y “Agnus Dei”. Los arreglos de cuerdas de Cardone, interpretados por la Kashmir Orquesta, en contrapunto con la guitarra, enriquecen una canción que ya es un nuevo clásico del Flaco.
“El cabecitero”: Primer instrumental, en donde Spinetta se luce como guitarrista y confirma el tremendo ejecutante que era.
“Bagualerita”: Una canción que Spinetta había pensado para que fuese registrada por Leda Valladares y que terminó grabando Liliana Herrero antes de ésta, su versión, que tiene al Mono Fontana en teclados. “Y un diamante de agua brotó en el desierto atado a tus manos, embebiendo tu cuerpo…” dice la letra, que no podría haber salido de otra pluma que no fuera la del Flaco.
“El gaitero”: Otro instrumental que remite a Invisible, con un riff de guitarra circular que domina toda la estructura de la canción.
“Canción del lugar”: “Oye, pídele al viento que cante la canción del lugar, con la esperanza de tu amor así…” reza el estribillo de una canción en la que, al final, en diálogo con los teclados y los efectos disparados por Cardone, aparece un fraseo de guitarra que puede recordar a “Crosstown Traffic” de Jimi Hendrix, aunque sin la distorsión ni el volumen ensordecedor que manejaba el zurdo estadounidense.
“Iris” (acústica): Una toma despojada de la canción, que cuenta sólo con la voz y la viola de Luis Alberto más las cuerdas de la Kashmir, y rivaliza con la anterior en cuanto a calidad.
“Río como loco”: El track oculto del disco es una canción tarareada por Spinetta, que cuenta con un piano Rhodes ejecutado por su hijo Valentino. Un cierre a pura emoción.