El déficit en la balanza de la cuenta corriente está muy por encima de lo que el Gobierno había acordado con el FMI, que era de 0,4% del PBI. Este dato genera alerta en momentos en que la gestión libertaria se está reuniendo en Buenos Aires con una misión del Fondo, a la que busaca convencer de que gire un desembolso por 2.000 millones de dólares.
En ese marco, además del incumplimiento de la meta de reservas, el equipo económico también tendrá que explicarle al organismo por qué la cantidad de dólares que salen del país es mucho mayor a la que ingresa.
Este miércoles, el Indec dio a conocer que la cuenta corriente tuvo un déficit de casi US$ 5.200 millones en la primera parte de 2025, una cifra muy superior al desequilibrio que proyectó el FMI para este año, que era de casi la mitad: US$ 2.700 millones.
El número del saldo de divisas es relevante porque el déficit de cuenta corriente busca ser compensado, por parte del Gobierno, con mayores ingresos en la cuenta financiera. Esto es, la entrada de dólares que en el segundo trimestre se reactivó por el desembolso inicial del FMI por USD 12.000 millones y el debut de los Bontes 2030 que sumaron dólares al Tesoro.
El viceministro de Economía, José Luis Daza, reconoció que el déficit será mayo a lo previsto, pero dijo que el Gobierno no lo ve como un peligro. "Un déficit del 2% en un país que crece al 6% (por Argentina) es algo absolutamente esperable", sintetizó.
La cuenta corriente arrojó para el primer trimestre un déficit de US$ 5.191 millones. Ese deterioro -ya que en el mismo lapso del año pasado había existido un superávit de USD 176 millones- estuvo sustentado por un récord en gastos al exterior en medio del proceso de apreciación del peso que impulsa el gobierno de Javier Milei.