Este lunes se vivió una escena poco habitual en la histórica sede del Banco Central de la República Argentina. Efectivos de la Policía de la Ciudad ingresaron para llevar a cabo un allanamiento ordenado por el juez federal Sebastián Casanello, en el marco de una investigación que apunta a maniobras dudosas con dólares durante el gobierno de Alberto Fernández, cuando el cepo cambiario restringía el mercado.
Los oficiales tienen la orden de secuestrar teléfonos celulares, notebooks, computadoras y todo tipo de soporte con almacenamiento digital que puedan dar rastros del "rulo" financiero del que se beneficiaba presuntamente el principal detenido de la causa. Además, se busca encontrar documentación específica que pueda verificar una relación con un ex funcionario del organismo.
La causa tiene en el centro al empresario Elías Piccirillo, ex pareja de Jésica Cirio y detenido en prisión domiciliaria con tobillera electrónica en Banfield, partido de Lomas de Zamora. Piccirillo fue procesado por delitos graves, entre ellos secuestro coactivo y transporte agravado de estupefacientes, luego de que se lo acusara de haber plantado un arma y drogas al financista Francisco Hauque, a quien le debía cerca de seis millones de dólares.
El allanamiento al Banco Central no fue un hecho aislado, sino parte de un conjunto de medidas que incluyeron otros objetivos en Buenos Aires y la provincia, con el objetivo de secuestrar teléfonos, computadoras y documentación clave para la causa. Además, se buscó resguardar cualquier dinero en efectivo que pudiera encontrarse.
La investigación también se entrelaza con un sumario interno del Banco Central contra la casa de cambio Arg Exchange. Los registros oficiales revelan que en 2023, en plena vigencia del cepo, esta entidad compró y vendió un total de US$251.933.029, un promedio diario de 768 mil dólares, a entidades que no pudieron justificar el origen de esos fondos. Según fuentes del mercado, esta operatoria generó ganancias millonarias en el circuito del dólar blue, facilitada por la falta de controles del Banco Central bajo la presidencia de Miguel Ángel Pesce.
El expediente penal que se tramita en Comodoro Py por presunto lavado de dinero suma elementos explosivos. Entre las pruebas se encontraron chats y audios en los que funcionarios del organismo estarían comprometidos. En uno de esos audios, Francisco Hauque le dice a Piccirillo: "Escuchá, tengo que hacer cosas, ponerla a Romina, meterla a Romina en un expediente, meterlo a Jaime en un expediente, meter al boludo (no se escucha), tenés que mandar una manifestación a puerta de la casa de Romina (García, inspectora general de Supervisión de Entidades no Financieras), una manifestación al Banco Central, manifestación en todos lados...".
Esta causa no solo desnuda irregularidades financieras sino que también pone en jaque la transparencia y el control dentro de una de las instituciones clave para la economía argentina. La sombra de Piccirillo, vinculado a la City porteña y con un pasado judicial complejo, sigue creciendo mientras se profundizan las pesquisas.



