El vicepresidente del Banco Central (BCRA), Vladimir Werning, habló ante inversores en Washington y sostuvo que en 2026 se iniciará un proceso de "remonetización impulsada por la demanda", que permitirá juntar reservas.
En la presentación, Werning repasó el esquema monetario vigente y su evolución hacia una nueva etapa. Sobre la estabilización, indicó que durante 2024 se adoptó “un objetivo monetario para salir de un régimen de alta inflación”, afectado por la dominancia fiscal y el “overhang monetario”.
El BCRA considera que se agotaron las dos fuentes principales para inyectar pesos en la economía: el déficit fiscal, por la política de equilibrio en las cuentas del Gobierno, y el desarme de la deuda en las licitaciones del Tesoro. Para 2025, el plan contempla una “transición de régimen”, que implicó adaptar las metas monetarias para “abandonar la represión financiera” derivada de los controles cambiarios y “enfrentar los riesgos binarios” asociados a las elecciones.
El texto que hizo llegar el vicepresidente del BCRA a los inversores internacionales definió esa fase como un período de “costos de crecimiento”, en el que “un ancla nominal basada en la cantidad de dinero requiere flexibilidad en el tipo de cambio y en las tasas de interés”.
Según las previsiones del Banco Central, "una mayor dolarización o cobertura cambiaria del sector privado (dolarización de carteras privadas) reflejó una fuerte caída de la demanda de dinero equivalente al 40% del M2".
“El riesgo político, en una economía bimonetaria, se traduce en que el dólar, y no el efectivo, pasa a ser el activo de preferencia”, indicó el documento. Y agregó que “el desafío consistió en pasar de una administración pasiva de la liquidez a una activa, basada en operaciones de mercado abierto”.



