El Banco Central de la República Argentina (BCRA) confirmó la obtención de un nuevo crédito por US$2000 millones con entidades financieras privadas internacionales, en el marco de su programa de fortalecimiento de reservas.
La operación, conocida como “REPO”, está pautada para el próximo 11 de junio, según informó la entidad que preside Santiago Bausili a través de un comunicado oficial. Este desembolso se inscribe dentro del plan anunciado junto con el acuerdo con el FMI y la hoja de ruta para el levantamiento del cepo cambiario.
Representa la segunda licitación de un programa más amplio, que en diciembre de 2024 ya había concretado una colocación inicial por US$1000 millones.
El objetivo del nuevo tramo es apuntalar las reservas internacionales del país en una etapa en la que el Gobierno avanza hacia una mayor liberalización del mercado cambiario y la normalización del esquema monetario.
Por su parte, la Secretaría de Finanzas anunció que incorporará una modalidad de suscripción directa en dólares dentro del cronograma de licitaciones de deuda pública para 2025.
Esta herramienta, que estará vigente desde junio, permitirá a los inversores suscribir títulos a plazos mayores a un año por hasta US$1000 millones mensuales.
En paralelo, el BCRA implementará otras medidas de ordenamiento monetario. El 10 de junio se llevará a cabo una recompra de contratos de opciones (puts) sobre bonos del Tesoro en manos de bancos, con el objetivo de reducir pasivos contingentes y limitar la emisión monetaria. Esta acción replica una operación similar realizada en julio de 2024.
Asimismo, se lanzará la Serie 4 del bono BOPREAL, destinada a empresas con compromisos en moneda extranjera anteriores a 2025. Las licitaciones comenzarán el 18 de junio.
Otra decisión clave será la eliminación paulatina de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), a partir del 17 de julio. Estas serán canjeadas por LECAPs, instrumentos que cotizan en el mercado secundario, lo que representa un paso más en el desarme de pasivos remunerados del BCRA.
Con este paquete de medidas, el Gobierno busca consolidar un esquema monetario más previsible, donde la tasa de interés sea determinada por el mercado. Según explicaron desde el BCRA, esto apunta a un sistema de control monetario más convencional, con el objetivo de garantizar la estabilidad financiera y fomentar el crédito al sector privado.