El Banco Central (BCRA) volvió a intervenir en el mercado de cambios este martes, tras más de un mes sin operar, y vendió USD 45,5 millones para contener la escalada del dólar. La medida se produjo en un contexto de fuerte volatilidad cambiaria y a pocos días de las elecciones legislativas.
El tipo de cambio mayorista subió $15 y cerró en $1490,50, apenas cincuenta centavos por debajo del techo de la banda cambiaria. En tanto, el dólar oficial minorista avanzó $20 y finalizó en $1515 para la venta en las pantallas del Banco Nación.
En los segmentos financieros, el contado con liquidación (CCL) se negoció a $1614,71, mientras que el MEP lo hizo a $1591,57. En el mercado paralelo, el dólar blue se mantuvo en torno a los $1545.
Las reservas internacionales cerraron en USD 40.539 millones, en una jornada marcada por la intervención de la autoridad monetaria luego de 21 ruedas consecutivas sin ventas. La última participación había sido el 19 de septiembre, cuando el BCRA se desprendió de US$678 millones.
La operación se concretó un día después de que el Banco Central y el Tesoro de Estados Unidos oficializaran un swap por USD 20.000 millones, con el objetivo de reforzar las reservas y estabilizar el mercado.
En un comunicado, la entidad presidida por Santiago Bausili explicó que el acuerdo constituye “un programa de estabilización cambiaria destinado a preservar la estabilidad de precios y promover un crecimiento económico sostenible”.
Desde Washington, el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, destacó el compromiso del Gobierno argentino con la disciplina económica y defendió la línea de financiamiento: “Los esfuerzos de Milei para revertir décadas de declive producto del izquierdismo radical del peronismo son cruciales”, afirmó.
“El acuerdo de estabilización no es un rescate, sino un puente hacia un futuro económico mejor para la Argentina”, agregó el funcionario.
En paralelo, el Gobierno argentino anunció una recompra de bonos de la deuda soberana bajo el programa “Deuda por Educación”, con el objetivo de destinar parte de los fondos obtenidos al sistema educativo. Según explicó el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, la iniciativa consiste en “recomprar títulos de deuda en el mercado y reemplazarlos por financiamiento a tasas más bajas”.
