Tras cinco meses de recortes, ajustes y diferentes medidas del gobierno de Javier Milei, en medio de una fuerte crisis económica, se conoció que la administración analiza postergar el aumento de las tarifas de servicios de luz y gas que estaba planificado para este invierno.
“Aún no tomamos ninguna determinación todavía, pero puede ocurrir”, dijo el portavoz Manuel Adorni tras ser consultado en su habitual conferencia de prensa. A su vez, la Secretaría de Energía mencionó que “el tema está en evaluación, sobre todo para aliviar el bolsillo de los sectores medios”, en diálogo con Todo Noticias.
Por otro lado, Adorni dijo que “cuando tenés superávit fiscal podés dosificar como debe recaer el peso (de los ajustes) en determinados sectores de la sociedad y no ponerles una espada en el cuello. Hay que ir acomodando para que efectivamente no haya un peso adicional sobre la gente”.
Anteriormente, el Gobierno de Milei había determinado no quitar los subsidios de estos servicios a los sectores de ingresos bajos y medios hasta que se aplique la Canasta Básica Energética (CBE), prevista para junio.
Así, plantearon “la necesidad de que las tarifas de los servicios regulados aumenten de manera gradual, para no impactar bruscamente en el bolsillo de la clase media”, mientras ahora se evalúan nuevas postergaciones tras afianzar el superávit financiero por cuarto mes consecutivo y lograr bajar la inflación a un digito.
Con respecto al precio del gas, el gobierno espera un aumento fuerte debido a la demanda que empieza a crecer, obligando a importar parte de esta con precios más elevados que los de producción argentina. Así mismo, el secretario del área responsable, Eduardo Rodríguez Chirillo, determinó que este aumento en el costo tendrá impacto en comercios, industrias y usuarios de altos ingresos.