La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación derogó la Resolución 68/2007, una normativa que fijaba un peso mínimo obligatorio para la faena de bovinos. La medida dará mayor flexibilidad al sector y significa un paso más hacia la liberación del mercado ganadero.
La resolución original, que llevaba casi dos décadas, exigía que los animales no pudieran ser enviados a faena por debajo de los 140 kilos res para hembras y 165 para machos. Esos límites fueron motivo de discusión entre productores, frigoríficos y técnicos, en medio de cambios en la dinámica de la oferta y la demanda de carnes.
Según el comunicado oficial, la experiencia acumulada demuestra que la imposición de un peso mínimo no logró mejorar de manera sostenida ni la calidad de la carne ni la eficiencia del sistema productivo.
"Los datos muestran que el peso medio de faena ha tenido oscilaciones importantes desde 1998, principalmente por factores climáticos, restricciones a las exportaciones y condiciones de mercado, más que por la normativa vigente", detalló el texto difundido por el Ministerio de Economía.
Además, el Gobierno puso de ejemplo a países sin esta clase de regulaciones, como Estados Unidos, Brasil o Australia, que alcanzaron pesos promedio superiores y con estándares de calidad competitivos. Según la mirada oficial, el foco debe estar puesto en incentivar la eficiencia a través de mecanismos de mercado, sin imponer restricciones burocráticas.
Por su parte, la Sociedad Rural Argentina (SRA) apoyó la medida de la gestión de Javier Milei. "Esta eliminación del peso mínimo de faena va en línea con tener una cadena ganadera con menos regulaciones. Desde la Comisión de Carnes de la SRA apoyamos estas y otras medidas que sirvan para desburocratizar al sector", afirmó Carlos Odriozola, coordinador de esa comisión.