El Gobierno colocó deuda por $9,1 billones y renovó así el 61% de los vencimientos que enfrentaba esta semana, que alcanzaban los $15 billones. Así, el Ministerio de Economía dejó casi $6 billones en la calle para aliviar las necesidades de liquidez del sistema financiero, que habían impulsado las tasas de interés.
"Esto significa un rollover sobre los vencimientos del día de la fecha de 61,07%", señaló el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, en la red social X.
En total, el Tesoro ofreció 11 instrumentos de deuda, pero tres de ellos se declararon desiertos. Casi un tercio de la demanda se concentró en las letras que vencen en septiembre. La licitación apuntaba a estirar los vencimientos del Tesoro, ya que en las subastas previas las posturas se habían concentrado en las letras de menor plazo.
La Secretaría de Finanzas anuncia que en la licitación de hoy adjudicó $9,147 billones habiendo recibido ofertas por un total de $9,977 billones.
➡️ Esto significa un rollover sobre los vencimientos del día de la fecha de 61,07%
✅ LECAP/BONCAP a:
➡️ 12/09/25 (S12S5) $2,086…
— Pablo Quirno (@pabloquirno) August 13, 2025
Por un lado, extendió la duración del menú de bonos ofrecido en comparación con las operaciones anteriores. Por otra parte, le puso un tope de emisión a las dos letras capitalizables más cortas.
Las Lecap que vencen el 12 y el 30 de septiembre, tienen un máximo a colocar de $3 y $4 billones, respectivamente. Finalmente, la colocación estuvo por debajo de esos límites: entre ambas recaudaron poco menos de $3,3 billones.
Para sumar todavía más incentivos a los bancos a renovar sus posiciones a plazos más largos, el BCRA reactivó la ventanilla de pases activos, para darle liquidez a 24 horas a las entidades financieras que depositen como garantía títulos públicos con un plazo mayor a 60 días.
La medida de BCRA también busca estabilizar las tasas de corto plazo en moneda local, que subieron fuerte en las últimas semanas debido a la necesidad de liquidez de los bancos para poder cumplir con los requisitos efectivo mínimo, tras la suba de encajes que se puso en marcha el 1° de agosto.
En ese escenario, las miradas del mercado estaban puestas no solamente en el nivel de renovación del vencimiento, sino también en las tasas que el Tesoro estaría dispuesto a convalidar.