En tiempos donde los precios suben con sigilo y la inflación acecha en cada rincón del consumo, los bancarios lograron un nuevo respiro. Con el sueldo de junio, el salario mínimo de los trabajadores del sector superó la marca de $1.870.000, luego de que La Bancaria, el sindicato que los agrupa, cerrara una nueva revisión paritaria basada en la evolución del índice de precios.
No fue una victoria ruidosa, pero sí efectiva. El acuerdo se alcanzó con las cámaras empresarias del sector, Abappra, Adeba, ABA y el mismísimo Banco Central, y ratificó un mecanismo que ya es bandera del gremio: ajuste automático por inflación, con retroactivo incluido.
"Paritaria viva"
“Es una paritaria viva”, explican desde el sindicato que conduce Sergio Palazzo. Y viva significa que se mueve al ritmo del costo de vida, sin dejar que los salarios queden rezagados. En este caso, el aumento de junio, del 1,6%, se aplicará junto al sueldo de julio. Así, el salario inicial quedó compuesto por:
Sueldo básico: $1.807.619,92
Participación en Ganancias (ROE): $65.317,36
Total neto: $1.872.937,28
Un número que no solo impacta en el bolsillo mensual, sino también en los beneficios históricos del gremio, como el bono del Día del Bancario, que se paga cada noviembre. Según los cálculos actuales, ese plus ya asciende a $1.611.430,62, aunque seguirá creciendo si los precios siguen en alza.
El anuncio del sindicato coincidió con la difusión de los datos oficiales de inflación. Según el INDEC, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se movió 1,6% en junio, lo que marcó la cifra más baja en meses. En el acumulado del primer semestre, la inflación llegó al 15,1%, exactamente lo que subieron los sueldos bancarios en ese mismo período.
En términos interanuales, el alza de precios fue del 39,4%, muy por debajo de lo que subieron los sueldos bancarios, una excepción en un mercado laboral donde muchos sectores apenas si empardan la inflación.
-Los rubros que más empujaron el índice de junio fueron:
-Educación (+3,7%), por el ajuste en cuotas escolares.
-Vivienda y servicios básicos (+3,4%), debido a subas en alquileres y tarifas.
-En cambio, Alimentos y bebidas, la canasta que más golpea a los hogares, mostró un freno que aportó calma.
Mientras muchos gremios discuten a cuentagotas y otros ven licuarse sus paritarias frente a la inflación real, La Bancaria se aferra a un esquema que defiende el ingreso de sus trabajadores sin resignar meses de poder adquisitivo. “El equilibrio fiscal no se negocia”, repite el Gobierno. Pero desde el sindicato replican con otra consigna: “El salario tampoco”. Y en esa tensión constante entre el ajuste y la recomposición, los bancarios, aunque en silencio, vuelven a marcar la diferencia.