El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió 2,1% en septiembre y acumula un alza del 22% en los primeros nueve meses del año, según informó este martes el INDEC. La variación mensual mostró una leve aceleración respecto de agosto, mientras que la inflación interanual alcanzó el 31,8%.
Los mayores incrementos del mes se registraron en los rubros Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (3,1%), impulsados por el aumento de los alquileres, y Educación, también con una suba de 3,1%. En cambio, las divisiones con menor variación fueron Recreación y cultura (1,3%) y Restaurantes y hoteles (1,1%).
Por regiones, la Patagonia encabezó los aumentos con un 2,4%, seguida por el Noroeste y Cuyo, ambas con 2,2%. En el Gran Buenos Aires, la suba fue de 2,1%, mientras que en la Pampeana alcanzó 2% y en el Noreste se ubicó en 1,8%, el incremento más bajo del país.
En cuanto a las categorías, los precios regulados lideraron el alza con 2,6%, seguidos por los estacionales (2,2%) y el IPC núcleo (1,9%). Los bienes subieron 2%, mientras que los servicios avanzaron 2,3%.
Entre los demás rubros, se destacaron los aumentos en Transporte (3%), Salud (2,3%), Equipamiento y mantenimiento del hogar (2,2%), Comunicación (2,2%), Bienes y servicios varios (2,1%), Prendas de vestir y calzado (2,1%) y Alimentos y bebidas no alcohólicas (1,9%).
La inflación de la Ciudad se aceleró al 2,2%
La inflación de septiembre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se situó en 2,2%, mostrando un aumento respecto al 1,6% registrado en agosto, según informó el Instituto de Estadística y Censos (IDECBA).
La variación interanual alcanzó un 35%, reflejando una aceleración en el ritmo de los precios. Este crecimiento estuvo principalmente impulsado por alzas en los sectores de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, transporte, alimentos y bebidas no alcohólicas, salud, recreación y cultura, que en conjunto explicaron el 70,1% del aumento del Nivel General.
El análisis minucioso mostró que los bienes y servicios aumentaron un 2,3% y un 2,1% respectivamente. En el caso de los bienes, los incrementos se observaron en productos alimenticios como verduras, panificados, frutas y carnes, así como en combustibles y lubricantes para vehículos domésticos y automóviles. También hubo un menor aumento en prendas de vestir.
En cuanto a los servicios, las subas se relacionaron con los precios en restaurantes, bares, casas de comida, gastos comunes por vivienda, alquileres, cuotas de medicina prepaga, educación formal y pasajes aéreos. Cabe destacar que las tarifas de alojamientos en hoteles disminuyeron, lo que contribuyó a moderar la presión inflacionaria en este rubro.
Los bienes y servicios regulados experimentaron un incremento del 2,1%, destacándose los ajustes en cuotas de medicina prepaga, establecimientos educativos en niveles inicial, primario y secundario, además de combustibles para vehículos de uso doméstico.
Por su parte, los bienes y servicios estacionales tuvieron una suba promedio del 2,6%, impulsada principalmente por aumentos en pasajes aéreos y verduras, junto con prendas de vestir. La caída en las tarifas de alojamiento en hoteles ayudó a contener el alza en esta categoría.