A partir de marzo de 2026, la provincia de Buenos Aires (PBA) pondrá en marcha un nuevo sistema para el pago de la Patente Automotor, con el objetivo de aliviar la carga impositiva y mejorar la previsibilidad financiera de los contribuyentes. Según anunció la Agencia de Recaudación bonaerense (ARBA), el tributo pasará del esquema bimestral actual a un formato de diez cuotas mensuales iguales, lo que permitirá distribuir los pagos de manera más equilibrada a lo largo del año.
El cambio está incluido en la Ley Impositiva 2026, impulsada por el gobernador Axel Kicillof, y busca modernizar y hacer más progresivo el sistema tributario provincial. La reforma reducirá los tramos del impuesto de 15 a 5 categorías, con alícuotas que irán del 1% al 4,5%, posicionando a Buenos Aires entre las jurisdicciones con las patentes más bajas del país.
“El tributo se dividirá en diez cuotas iguales, que comenzarán a abonarse desde el mes de marzo”, explicó el titular de ARBA, Cristian Girard, quien remarcó que la medida busca “una distribución más uniforme y previsible de los pagos”, especialmente para familias y pymes.
Girard señaló además que “tres de cada cuatro bonaerenses van a pagar menos que este año, gracias a una reformulación de las tablas que recompone la equidad, protege a los sectores medios y evita que la presión impositiva recaiga desproporcionadamente sobre ellos”. En total, el 75% de los propietarios de vehículos verá una reducción en el monto de su patente respecto de 2025.
El funcionario aclaró que la reforma no incluye aumentos en otros tributos provinciales, como el Inmobiliario o Ingresos Brutos, y destacó que la ley “representa un alivio concreto para las familias y el sector rural”.
En paralelo, ARBA actualizó los tramos impositivos de más de 46.000 pymes, con un ajuste del 40%, en línea con una estrategia de modernización tributaria que incorpora herramientas tecnológicas para simplificar los trámites y fortalecer la recaudación sin afectar la actividad económica.
El nuevo esquema regirá entre marzo y diciembre de 2026, ofreciendo mayor certidumbre a los contribuyentes. Según Girard, el rediseño del impuesto “fortalece la progresividad y moderniza la administración tributaria, con herramientas digitales que permiten una recaudación más eficiente sin ahogar la producción ni el consumo”.



