Por primera vez, el gigante asiático adquirió un cargamento de 30.000 toneladas del derivado sojero, que partirá rumbo al sur del país asiático y tiene prevista su llegada para septiembre.
La noticia fue confirmada por la agencia Reuters y representa un hito para el comercio exterior argentino. La operación ocurre seis años después de que Beijing habilitara su mercado para este producto, el principal generador de divisas de la Argentina.
La compra se enmarca en una estrategia de firmas chinas de alimentos para animales, que realizan una “prueba” en busca de diversificar sus proveedores, en medio de las tensiones comerciales que mantienen con Estados Unidos. En ese contexto, el interés por la harina de soja argentina aparece como una oportunidad que puede escalar.
Actualmente, la Argentina es líder global en exportaciones de harina y aceite de soja, y ocupa el tercer lugar en envíos de poroto sin procesar. Del otro lado del mundo, China consume más de 80 millones de toneladas anuales de harina de soja, usada mayormente en la alimentación animal —en especial de cerdos y aves—, lo que deja entrever un horizonte comercial muy favorable para el país sudamericano.
El conflicto arancelario entre Washington y Beijing incentivó a industrias chinas de diversos sectores a explorar nuevos orígenes para sus importaciones, y América del Sur asoma como un terreno fértil.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en 2024 la Argentina ya exportó a China 4,09 millones de toneladas de soja en grano por US$1762,10 millones, y 490.000 toneladas de aceite por un valor de US$439,2 millones.
Aunque la harina de soja argentina contaba con autorización para ingresar al mercado chino desde septiembre de 2019, hasta ahora no se habían concretado ventas.
En los últimos cinco años, China optó mayormente por comprar este subproducto a Brasil, reconfigurando su estrategia tradicional que consistía en adquirir el poroto y procesarlo localmente.
El sector agroexportador argentino, especialmente el vinculado a la industria aceitera, sigue siendo un actor clave en el ingreso de divisas al país. En mayo pasado, las empresas del rubro liquidaron US$3054 millones, y entre enero y mayo de este año ya ingresaron US$11.713 millones, según datos de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
Entre los principales destinos de la harina y pellets de soja argentina durante 2025 se destacan Vietnam, Ecuador, Italia, Malasia e Indonesia.
Durante 2024, los derivados de soja generaron ingresos por US$10.560 millones, lo que representa el 13,2% del total de las exportaciones de bienes del país, según cifras del INDEC. Así, la harina de soja se consolidó como el producto que más dólares aportó a la economía argentina.