El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un nuevo decreto que eleva del 25% al 50% los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, en una decisión que impacta directamente en el comercio global y afecta a países como la Argentina, uno de los principales proveedores de aluminio del mercado estadounidense.
La medida entrará en vigencia a partir del miércoles 04 de junio y apunta, según el texto oficial, a “combatir con mayor eficacia a los países que continúan descargando excedentes de acero y aluminio a bajo precio en Estados Unidos”.
El documento sostiene además que el aumento de los aranceles “brindará un mayor apoyo a estas industrias y reducirá o eliminará la amenaza a la seguridad nacional que representan las importaciones”.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump viene intensificando su política comercial con nuevos aranceles, incluso hacia países aliados. La decisión agita nuevamente las aguas del comercio internacional.
Estados Unidos importa actualmente cerca del 50% del acero y aluminio que consume. Canadá, Brasil y México encabezan la lista de proveedores, mientras que la Argentina ocupa el sexto lugar en las exportaciones de aluminio hacia ese país.
Trump había anticipado esta decisión durante una visita a la planta de US Steel en Pensilvania —estado clave en el mapa electoral y cuna histórica de la siderurgia—, donde aseguró: “Nadie podrá robarles su industria”.
En respuesta a la primera oleada de aranceles impuesta este año, Canadá presentó el 13 de marzo una denuncia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que las medidas estadounidenses “son incompatibles con las obligaciones” del país norteamericano en el marco de los acuerdos internacionales.