En Beijing, China realizó un imponente desfile militar para conmemorar el 80° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. La ceremonia, presidida por Xi Jinping, contó por primera vez con la presencia del presidente ruso Vladimir Putin y el líder norcoreano Kim Jong-un, reflejando una alianza estratégica en medio de crecientes tensiones internacionales.
Durante el acto, Xi Jinping lanzó un contundente mensaje: “China es imparable”, en un contexto marcado por la rivalidad con Estados Unidos. El mandatario, en el poder desde 2012, destacó que “el pueblo chino es un pueblo que no teme a la violencia, y que es autosuficiente y fuerte”.
El desfile sirvió como una vitrina para las últimas innovaciones militares de China, incluyendo misiles balísticos intercontinentales DF-5C, capaces de alcanzar cualquier punto del planeta. Estos misiles, montados sobre vehículos camuflados y con combustible líquido, fueron presentados como elementos clave para “disuadir, prevenir guerras y estabilizar el mundo”, según la prensa oficial china.
Además, se mostraron dos vehículos submarinos no tripulados de gran tamaño, el AJX002 y el HSU100, ambos con forma de torpedo y transportados en camiones especiales. El primero se perfila como un modelo de reconocimiento, mientras que el segundo tendría la capacidad de sembrar minas sin tripulación, informó el analista de defensa Alex Luck.
Aunque China aún no supera a Estados Unidos en poder naval de superficie, lidera el desarrollo mundial de vehículos submarinos no tripulados extragrandes (XLUUV), con al menos cinco modelos en operación, según fuentes especializadas.
El desfile también incluyó una variedad de drones terrestres y aéreos, que cumplen funciones que van desde la evacuación y transporte de municiones hasta el reconocimiento y la guerra de minas. En la plaza de Tiananmen desfilaron cuatro misiles antibuque nuevos: YJ-15, YJ-17, YJ-19 y YJ-20, cuyo nombre significa “ataque del águila” en chino. Algunos de estos proyectiles podrían alcanzar velocidades hipersónicas, superando cinco veces la velocidad del sonido.
Otro elemento destacado fue el LY-1, promocionado en redes militares chinas como “el sistema de defensa aérea láser más potente del mundo”. Este dispositivo, en fase avanzada de pruebas, forma parte de la carrera global por las armas de energía dirigida, una tecnología en desarrollo también por Estados Unidos y otras potencias.
En el ámbito aéreo, el avión KJ-600 hizo su aparición pública, mostrando las capacidades de radar de alerta temprana de China y anticipando su incorporación al portaviones Fujian en los próximos meses, según reportes oficiales.