El presidente interino de Perú, José Jerí, anunció un estado de emergencia por 30 días en Lima y la provincia del Callao, con el objetivo de frenar el aumento de la delincuencia y contener la tensión social que atraviesa el país.
Jerí informó que la decisión fue adoptada en consejo de ministros y representa un giro en la política de seguridad del Gobierno. “Pasamos de la defensiva a la ofensiva en la lucha contra el crimen, una lucha que nos permitirá recuperar la paz, la tranquilidad y la confianza de millones de peruanos”, aseguró el mandatario en un mensaje televisado a la nación.
Además, enfatizó que “las guerras serán con acciones, no con palabras”, aunque no precisó detalles sobre la aplicación concreta del plan. Según el decreto publicado en el diario oficial, se realizarán patrullajes combinados en zonas críticas como terminales de transporte, estaciones del metro, servicios públicos y activos estratégicos.
Un país en crisis
La declaración del estado de emergencia llega en medio de una profunda crisis política y social. Desde que Jerí asumió la presidencia, tras la destitución de Dina Boluarte por “incapacidad moral”, su gestión enfrenta fuertes cuestionamientos y una ola de protestas que ya dejó víctimas.
La semana pasada, una masiva manifestación en Lima derivó en disturbios que culminaron con un muerto y más de 100 heridos, entre civiles y policías. Los reclamos, encabezados por organizaciones civiles y jóvenes de la llamada Generación Z, exigían la renuncia de Jerí, el cierre del Congreso y la convocatoria a una asamblea constituyente.
Durante las protestas, los manifestantes quemaron un violín gigante de cartón cubierto con una banda presidencial frente al Congreso y lanzaron fuegos artificiales contra las fuerzas de seguridad, que respondieron con gases lacrimógenos y perdigones. Según la Asociación Nacional de Periodistas, al menos seis comunicadores resultaron afectados por los enfrentamientos.
El hecho más trágico fue la muerte del músico de hip hop Eduardo Ruíz, de 32 años, quien recibió un disparo en el pecho. La Defensoría del Pueblo confirmó su fallecimiento y exigió una investigación inmediata.
Pese a la creciente tensión, Jerí insistió en que su gobierno no cederá ante la violencia. El ministro del Interior, Vicente Tiburcio, informó que 80 policías resultaron heridos y 24 manifestantes sufrieron contusiones, mientras continúan los operativos de control en la capital peruana.