La Organización Mundial de la Salud (OMS) aclaró que no hay evidencias científicas que respalden una relación entre el consumo de paracetamol durante el embarazo y el desarrollo de autismo en los niños. Este pronunciamiento surge después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recomendara limitar el uso del Tylenol, nombre comercial del paracetamol en ese país, en mujeres gestantes y recién nacidos, al atribuirle una posible causa directa del autismo.
El portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, explicó que "ha habido algunos estudios observacionales que han sugerido una posible asociación entre la exposición prenatal al acetaminofén o paracetamol y el autismo, pero la evidencia sigue siendo inconsistente". Añadió que investigaciones posteriores no confirmaron esta relación y que, de existir un vínculo fuerte, se habría detectado de forma consistente en distintos estudios.
Jasarevic enfatizó la importancia de que cualquier medicamento durante el embarazo se utilice con precaución y siempre bajo la supervisión de profesionales de la salud, quienes pueden evaluar cada caso particular y recomendar el tratamiento adecuado.
En relación con otra recomendación de Trump, que planteaba espaciar las dosis de vacunas infantiles en varias etapas en lugar de aplicarlas simultáneamente, la OMS reafirmó que sus calendarios de vacunación se basan en rigurosas evaluaciones científicas. Según la organización, este esquema ha sido fundamental para salvar al menos 154 millones de vidas en los últimos 50 años.
El portavoz sostuvo que "este calendario es esencial para la salud y el bienestar de cada niño y cada comunidad" y que ha evolucionado junto con los avances científicos para proteger contra 30 enfermedades infecciosas. Además, advirtió que retrasar o alterar las inmunizaciones sin evidencia sólida eleva significativamente el riesgo de infección tanto para los niños como para la población en general.