El presidente de Brasil, Luiz Inácio "Lula" Da Silva, está "horrorizado con el número de víctimas fatales" que provocó el operativo antinarco desplegado en las últimas horas en Río de Janeiro, sostuvo su ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski.
Al menos 132 personas murieron, entre ellos cuatro agentes de fuerzas de seguridad, confirmó la Defensoría Pública regional, luego de que habitantes de los barrios afectados se lanzaran a buscar a sus familiares desaparecidos.
Funcionarios del organismo acompañaban las búsquedas en la favela de la Penha, uno de los centros neurálgicos de la operación, y se encuentran en el lugar también los institutos forenses responsables por la identificación de los cadáveres, según un comunicado.
Por su parte, el gobernador de Río, Claudio Castro, calificó como un "éxito" la megaoperación” de las fuerzas de seguridad en la favela y afirmó que "las únicas víctimas fueron policías".
La Defensoría Pública afirmó que recabó testimonios de habitantes y familiares de los fallecidos para “contribuir a la necesaria respuesta institucional ante la violencia estatal nunca vista”.
El Gobierno regional afirmó en un comunicado que los sospechosos fueron abatidos tras “reaccionar” a las acciones de los agentes. La operación policial buscaba ejecutar 100 órdenes de prisión contra miembros del Comando Vermelho, una de las dos facciones criminales más poderosas de Brasil, en dos complejos de favelas, las de la Penha y del Alemão.
Durante las acciones realizadas con el apoyo de 2.500 agentes y decenas de vehículos blindados, fueron arrestados 81 sospechosos y se requisaron 93 fusiles y media tonelada de drogas, según el último comunicado del Gobierno regional.
Por su parte, el embajador argentino en Brasil, Guillermo Raimondi, confirmó que en Río de Janeiro “no hay ningún argentino afectado" e informó que, por el momento sólo se “interrumpió el tránsito” y los comercios de cercanía “cerraron temprano sus puertas”.



