Tras el bombardeo del Ejército de Israel en el sur del Líbano, al menos 274 personas murieron y más de mil resultaron heridas. Se trata de la ofensiva israelí más letal desde que comenzó el conflicto en octubre del año pasado.
Los ataques que llevó a cabo el Ejército de Israel comenzaron a primera hora contra diferentes áreas del sur del Líbano y también en el Valle de la Bekaa, al este del país. En ese contexto, luego del bombardeo, el Ministerio de Salud libanés informó que la cifra de víctimas fatales por los bombardeos israelíes asciende a 274, mientras que son 1024 los heridos.
Así mismo, adelantaron que se preparan para elevar el grado de alerta en el sector sanitario en caso de que los ataques continúen en las próximas horas.
Por su parte, el titular de la cartera, Firas Abiad, informó en rueda de prensa que los ataques aéreos en las regiones meridional y oriental del país también alcanzaron ambulancias y centros médicos.
Por otro lado, a través de un comunicado oficial, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que realizaron un masivo bombardeo en el que atacaron “alrededor de 800 objetivos” de Hezbollah. Según el ejército, los objetivos incluyen misiles, bases de lanzamiento, drones y edificios donde la agrupación terrorista escondió cohetes.
El comunicado señalaba: “Hasta ahora, docenas de aviones de combate de la Fuerza Aérea han atacado, bajo la dirección del Comando Norte y el ala de inteligencia, unos 800 objetivos terroristas de Hezbollah en el sur de Líbano y la región de Bekaa, en lo profundo del Líbano, en varias oleadas de ataques a lo largo del día”.
A su vez, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se refirió a los ataques a través de un video que filmó desde el búnker del cuartel general de Defensa ubicado en Tel Aviv. En esa línea, expresó: “No esperamos la amenaza, la prevenimos y continuaremos haciéndolo. Prometí que cambiaríamos el equilibrio de seguridad en el norte, y eso es exactamente lo que estamos haciendo”. Y añadió: “No levantaremos el pie del acelerador”.
En respuesta del masivo bombardeo, Hezbollah realizó un ataque con al menos siete lanzamientos de “decenas” de proyectiles contra una serie de objetivos militares en el norte de Israel. Además, anunció en una serie de comunicados sus diversas represalias por “los ataques del enemigo contra las regiones del sur y la Bekaa”, en el este del país.