Volodimir Zelenski atraviesa uno de los momentos más decisivos desde el inicio de la invasión rusa. En las últimas horas, Donald Trump confirmó que el presidente ucraniano tiene tiempo hasta el jueves para responder al plan de paz elaborado por la Casa Blanca, un documento de 28 puntos que incluye la cesión de territorios a Rusia y su reincorporación al sistema económico global.
En sus declaraciones, el mandatario ucraniano advirtió que su país podría enfrentar una disyuntiva extrema: “Ucrania podría enfrentarse a una elección muy difícil: la pérdida de dignidad o el riesgo de perder a un socio clave”.
La propuesta generó un rápido rechazo en Europa. Zelenski mantuvo una reunión virtual con Emmanuel Macron, Friedrich Merz y Keir Starmer, quienes reafirmaron su respaldo a Ucrania y coincidieron en que Kiev debe mantener sus condiciones mínimas antes de negociar con Moscú.
Si bien Washington asegura que ha dialogado “por igual” con Ucrania, las filtraciones del plan muestran que la mayor parte de las concesiones recaen sobre Kiev. Entre ellas figuran la cesión de territorios que Rusia aún no ocupa militarmente y la reducción del Ejército ucraniano a un máximo de 600.000 efectivos. El Kremlin, por su parte, afirmó que no está negociando con Estados Unidos.
Trump dejó abierta la posibilidad de extender el plazo impuesto, aunque insistió en que el jueves es “el día oportuno”. En una entrevista con Fox Radio, señaló que Ucrania ya “está perdiendo territorio” en una guerra que calificó de “fuera de control, es una masacre”, mientras Rusia mantiene la presión en zonas estratégicas.
Consultado sobre la posibilidad de que Vladímir Putin impulse ataques contra otros países europeos, el presidente estadounidense sostuvo que el líder ruso “no busca más problemas” y que ha aprendido la lección tras una guerra “que debería haber durado un día y lleva cuatro años”.
El mandatario también destacó la entrada en vigor de nuevas sanciones contra Rosneft y Lukoil, las dos mayores petroleras rusas, a las que calificó como “muy poderosas”.
El impulso de Washington por cerrar un acuerdo llega después de meses de tensión, durante los cuales Trump expresó su frustración por la negativa de Putin a detener la guerra y por la falta de cumplimiento de los ultimátums enviados a Moscú.



