Un fuerte terremoto de magnitud 6,9 sacudió la región central de Filipinas, con epicentro cerca de la ciudad de Bogo, en la provincia de Cebú. El movimiento telúrico provocó daños en infraestructuras y llevó a las autoridades a activar una alerta preventiva por posible tsunami.
El temblor se registró a las 21:59 hora local (13:59 GMT) a una profundidad de 10 kilómetros, según informó la agencia sismológica Phivolcs, que corrigió la magnitud inicial de 6,7 a 6,9. Minutos después, la misma entidad reportó varias réplicas, con magnitudes de 5,0, 5,1 y 3,8; la última de ellas ocurrió a las 22:39.
Ante el riesgo de un tsunami localizado, Phivolcs recomendó a los habitantes de las provincias de Leyte, Cebú y Biliran que se alejaran de las zonas costeras. “Se recomienda a las personas cuyas viviendas se encuentren muy cerca de la costa de estas provincias que se desplacen más hacia el interior” y “se mantengan alejados de la playa y no vayan a la costa”, advirtió el organismo.
La gobernadora de Cebú, Pam Baricuatro, informó a través de Facebook que el sismo dañó varios puentes y carreteras, actualmente bajo inspección. Además, confirmó que un centro educativo colapsó en la isla de Bantayan, mientras se evalúa si hubo víctimas.
En paralelo, otro terremoto de magnitud 6 sacudió la isla indonesia de Java. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) precisó que el epicentro se ubicó a 155 kilómetros al este de Surabaya y a 13,9 kilómetros de profundidad. Hasta el momento, no se reportaron daños en esa zona.
Filipinas se encuentra dentro del llamado “Anillo de Fuego del Pacífico”, una franja sísmica y volcánica donde se registran unos 7.000 temblores cada año. La mayoría son leves, aunque no son raros los movimientos fuertes y destructivos que, como en este caso, ocurren sin posibilidad de predicción.